CIUDAD DE MÉXICO.- Adolfo Sánchez Almanza, del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM, dio a conocer durante el seminario Dimensiones espaciales de la pobreza y la exclusión social en ciudades mexicanas, organizado en el Instituto de Geografía (IGg), que en México, existen alrededor de 63 millones de personas que viven en pobreza patrimonial.
De esta forma, la brecha entre ésta y la pobreza alimentaria se ha ampliado y en 2014 fue mayor que en años anteriores. Aunque se podría decir que hay efectos positivos de los programas sociales para enfrentar esa condición, el problema se ha trasladado a las dificultades de vivienda y servicios, afirmó .
De acuerdo con el especialista, el actual modelo económico impide el desarrollo con mejorías en los indicadores de desigualdad, en la redistribución progresiva del ingreso y en la reducción de la pobreza, subrayó. Así, el avance tiene sus ciclos, pero en el modelo de apertura comercial es menor, con mayor pobreza. “Hay igualación en ciertos años, pero con crecimientos económicos bajos, es decir, nos empobrecemos en general”.
Las zonas metropolitanas tienen un fuerte peso: 75 por ciento del PIB y 56 por ciento de la población están en ellas, abundó.
Por otro lado, en la presentación Crítica de las bases epistemológicas del concepto de pobreza y su medición, Orlando Moreno y Guadalupe García Balderas, de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón, explicaron que ese fenómeno ha sido evaluado bajo un solo criterio, que ha sido “construido desde la hegemonía y tiende a cosificar las necesidades de los seres humanos, siempre bajo una lógica mercantil; en consecuencia, omite otras formas de análisis”.
Por lo anterior, se plantea la necesidad de conceptualizarla a partir de incluir realidades suprimidas, silenciadas o marginadas, tanto como otras, emergentes o imaginadas.
No se trata, aclararon, de desacreditar el conocimiento científico existente, sino de entender que puede ser analizado desde distintas perspectivas. “El ser humano es complejo y muchas veces la cuantificación de las necesidades no alcanza a reflejar del todo la realidad”.
Finalmente, los especialistas señalaron que la segregación, se ha dado en diferentes ciudades mexicanas; por ello, se requiere elaborar metodologías que puedan ser aplicadas para comparar el proceso en varias urbes; analizar los espacios de pobreza que se multiplican; conocer las características físicas de esos asentamientos y el impacto que ha tenido para los pobres vivir ahí, así como analizar los factores causales.
con información de agencias
jcrh