MÉXICO.- Este martes, Amnistía Internacional (AI), denunció que el abuso sexual por parte de agentes policiales y militares de México contra mujeres que son arrestadas, es una práctica «habitual». De acuerdo con la ONG, cerca de 100 mujeres recluidas en prisiones federales de México, afirmaron haber sido víctimas de acoso sexual o abuso psicológico durante su arresto e interrogatorio y muchas sufrieron además violaciones, asfixias, palizas y choques eléctricos a manos de policías o miembros del Ejército y la Marina.
Según su relato, 72 habían sufrido abusos sexuales durante su arresto o en las horas posteriores y 33 habían sido violadas», indica el informe de AI, que además denuncia «la sofisticación de los métodos».
«Cuando se habla de la tortura a la mujer, el método preferido por las fuerzas del Estado es la violencia sexual. Fue un hallazgo escalofriante», dijo Madeleine Penman, autora del informe, al estimar que «el cuerpo de las mujeres es un blanco de agresión» utilizado por autoridades.
Las mujeres embarazadas no escapan a esta violencia: ocho de las mujeres entrevistadas por AI dijeron haber sufrido un aborto a consecuencia de la tortura.
«Los casos de estas mujeres dibujan un cuadro absolutamente escandaloso», estimó en un comunicado Erika Guevara-Rosas, directora para las Américas de AI, para quien «la violencia sexual usada como tortura parece haberse convertido en parte habitual de los interrogatorios».
Según Amnistía Internacional, otros estudios han demostrado que las mujeres han denunciado el uso de la violencia sexual casi cuatro veces más que los hombres.
Las fuerzas de seguridad de México han sido blanco de numerosas denuncias sobre abusos y violaciones a derechos humanos, sobre todo desde que el Gobierno desplegó en 2006 un combate militarizado en las calles contra el narcotráfico.
En 2014, la ONU denunció una situación «generalizada» de tortura por parte de militares y policías en un ambiente de «impunidad».
Según AI, casi el 7% de la población de las prisiones federales son mujeres, la mayoría acusadas por delitos relacionados con drogas, y con poco acceso a una defensa efectiva debido a su condición económica.
Estas mujeres «sufren abusos sexuales habituales a manos de las fuerzas de seguridad, que buscan obtener confesiones y elevar las cifras para hacer ver que están combatiendo una delincuencia organizada desenfrenada», asegura la ONG.
En abril, el Ejército mexicano ofreció disculpas públicas cuando se hizo viral un video que muestra a dos militares y una policía federal torturando a una mujer, pero aseguró se trataba de un caso «aislado».
De las miles de denuncias por tortura presentadas en el ámbito federal desde 1991, sólo 15 han resultado en fallos condenatorios federales, aseguró AI.
En 2012, cuando Peña Nieto asumió su mandato, hubo 287 denuncias de tortura a nivel federal. Para 2014, sumaban 2.403, según datos la fiscalía general que AI obtuvo mediante una petición de información pública. En diciembre pasado, el propio Peña Nieto, envió en diciembre del año pasado dos nuevos proyectos de ley al Congreso para prevenir y sancionar la tortura.
jcrh