ACAPULCO, GUERRERO.- Pese a que los gobiernos tanto local como federal, se han esmerado en señalar lo contrario, montando llamativos operativos de seguridad, la realidad es que en Acapulco, se han incrementado de manera alarmante los asesinatos, convirtiendo a este centro turístico, en uno de los sitios más violentos de México.
Para hacerle frente a esta ola de asesinatos el gobierno desplegó grandes cantidades de soldados y policías, y pondrá a prueba una estrategia que ya usó en otras partes: si aumentan los asesinatos, se copa al lugar con soldados.
Hoy es más fácil encontrar un camión lleno de soldados, un policía federal o un grupo de policías turísticos que un taxi en el boulevard costero que recorre la zona hotelera. Marinos de la armada patrullan la playa y la policía federal custodia el malecón.
Esta zona «está blindada», aseguró el procurador del estado de Guerrero, Xavier Olea.
Expertos en la materia, dicen que en Acapulco salen a la luz las limitaciones de la estrategia de seguridad del gobierno. Casi ningún miembro de la policía federal es de la ciudad y quedan desubicados apenas se alejan del boulevard costero y se internan en los serpenteantes barrios de las colinas. Su armamento pesado no se adapta bien a las funciones policiales y su tarea se ve entorpecida por un sistema judicial difícil de manejar y por la falta de capacitación para investigar.
«Es el mismo problema en Guerrero, en Tamaulipas y en Michoacán, dijo el analista de temas de seguridad Alejandro Hope, aludiendo a tres estados donde ha habido un marcado aumento en los asesinatos. «De repente hay una emergencia, envían soldados y a corto plazo disminuyen las muertes. Pero surge otra emergencia en otro lado y los soldados tienen que irse, sin haber mejorado la capacidad de la policía local».
La ola más reciente de asesinatos en Acapulco comenzó el 24 de abril, cuando estalló un tiroteo en el boulevard costero. Fue la primera vez que se registraba una balacera sostenida allí desde el 2012, en que la tasa de homicidios de la ciudad de 800.000 habitantes fue de 146 por cada 100.000 habitantes. Posteriormente cayó a 112 por cada 100.000 habitantes, pero sigue siendo mucho más alta que el promedio nacional.
Tanto el fiscal Olea como el hombre del bajo mundo coinciden en que el conflicto comenzó a fines del año pasado entre la banda de los Beltrán Leyva, que controlaba la ciudad, y el Cartel Independiente de Acapulco, o CIDA. La pelea se produjo tras la muerte del jefe del cartel Arturo Beltrán Leyva en 2009.
jcrh