• De acuerdo con la información revelada por The Huffington Post, se ha denunciado a personal de los centros de detención del gobierno de Estados Unidos por administrar psicotrópicos a niños migrantes sin el consentimiento de sus padres

De acuerdo con información de The Huffington Post, se han revelado documentos de una demanda en contra del personal que trabaja para la Oficina de Instalación de Refugiados de Estados Unidos (ORR por sus siglas en inglés), quienes son acusados de drogar rutinariamente con psicotrópicos a niños migrantes, esto sin el consentimiento de sus padres o tutores legales.

Antes de que el presidente Donald Trump firmara un decreto para frenar la práctica de separación y encarcelamiento de menos migrantes, el propio mandatario y funcionarios afirmaban que la medida estaba siendo humanitaria y pero los menores retenidos recibían cuidados especiales.

No obstante, la información revelada por The Huffington Post desmiente el dicho, pues pese a que existen todo tipo de denuncias, una de las más graves es que menores migrantes son drogados sin consentimiento de sus padres, un acto que viola a todas luces los derechos humanos de los niños.

Un niño citado en la demanda que revela el diario, dijo que llegó a tomar hasta nueve píldoras por la mañana y otras siete por la noche, sin saber siquiera de qué medicamento se trataba.

“Me dijeron que si no tomaba el medicamento no podía irme. Que la única forma en que podía salir de Shiloh era si tomaba las píldoras”, declaró el menor identificado como Julio Z en los registros judiciales.

“La ORR administra rutinariamente medicamentos psicotrópicos para niños sin autorización legal», se lee en un memorando presentado en la demanda el 16 de abril. «Cuando los jóvenes se oponen a tomar tales medicamentos, ORR los obliga. ORR no requiere ni pide el consentimiento de un padre antes de medicar a un niño, ni busca la autoridad legal para consentir en lugar de los padres. En cambio, ORR o el personal del establecimiento firman formularios de ‘consentimiento’ ungiéndose a sí mismos con ‘autoridad’ para administrar drogas psicotrópicas a niños confinados», apunta el documento expuesto por el diario.

Otra menor de nombre Rosa L, declaró que “a veces me ponen inyecciones a la fuerza. Uno o dos empleados sostienen mis brazos, y la enfermera me pone la inyección”, aseguró.

Y es que la mayoría de las denuncias acusan al Centro de Tratamiento Residencial Shiloh, en Manvel, Texas, sin embargo la investigación sugiere que el problema es generalizado entre los centros manejados por la ORR.

Esto se une a la ola de casos de abuso en contra de menores migrantes en centros de detención de Estados Unidos. Otros los más sonados es el de los de niños y adolescentes migrantes que estuvieron recluidos en el Centro Juvenil Shenandoah Valley, en Virginia, Estados Unidos, en donde se han denunciado golpes y abusos.

En ese centro han sido seis las víctimas de origen latino que denunciaron ante las autoridades federales que fueron golpeados mientras llevaban grilletes, además de ser aislados, desnudados y puestos en celdas de concreto durante largos periodos.

Claro que los abogados del centro de detención han negado las acusaciones.

INFORMACIÓN: Redacción     IMAGEN: AFP

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