MÉXICO.- Enrique Peña Nieto, anunció con bombo y platillo el pasado 5 de enero, que habría reducción del 10% en el salario de los servidores públicos de mando superior y promovería la austeridad a nivel nacional, como medidas ante el duro panorama económico que afronta el país.

No obstante esta medida, ha trascendido que existe un selecto grupo de funcionarios de alto rango, desempeñándose como asesores en la Presidencia, con salarios equivalente a más de 300 millones de pesos al mes.

De esta forma, una reducción de hasta 30 millones mensuales no afectará las prestaciones otorgadas a los secretarios y a quienes serían “sus similares” en salarios, pero no en jerarquía. Cada uno de los mil 612 mandos superiores detectados tienen derecho a gasolina, compra de vehículo, teléfono celular y otros beneficios.

Los montos de gasolina oscilan entre 3 mil 750 y 5 mil 730 pesos, además de que se les otorgan otros 5 mil 730 pesos mensuales para comprar un automóvil que podrán conservar cuando dejen el cargo, aunque pagaron 20 por ciento.

A este panorama, hay que sumar que Petróleos Mexicanos (Pemex) sigue teniendo una nómina y prestaciones de sus mandos superiores al resto del sector público.

Por ejemplo, José Antonio González Anaya, director general de la paraestatal, recibe 213 mil 822 pesos mensuales como salario integrado, aunque con sus prestaciones recibe más de 264 mil 924 pesos. Esto claramente viola lo dispuesto en la Constitución, ya que la carta magna prohíbe en su Artículo 127 que algún servidor público tenga un salario superior al del Presidente.

jcrh