CIUDAD DE MÉXICO,-  Robos, pandillerismo, venta de droga, asesinatos y detonaciones constantes de armas de fuego, son algunos padecimientos en la CDMX , que provoca que 69.9 por ciento de la población de 18 años y más disminuya su calidad de vida. La Diputada de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), Ana Juana Ángeles Valencia, hizo un llamado a la Secretaría Pública del Distrito Federal (SSP-DF), a prevenir estos constantes hechos delictivos.

Detalló que de acuerdo con la información del undécimo levantamiento de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), realizada por el INEGI, en marzo de 2016, se encontró que 69.9 por ciento de la población de 18 años y más, consideró que vivir en su ciudad es inseguro; dicho resultado no presenta cambio significativo respecto a marzo de 2015.

Dijo que la falta de efectividad de los elementos de seguridad pública, el mal desempeño de las autoridades al frente de su mandato, la corrupción, la indebida aplicación de recursos públicos destinados al rubro de seguridad, son algunos factores que afectan la integridad de los capitalinos.

Dicho estudio refiere Ángeles Valencia, está basado en la seguridad en términos del temor a la delincuencia; otro se enfoca en el conocimiento de conductas delictivas o antisociales y en el cambio de rutinas por temor a ser víctima del delito.

En las delegaciones Gustavo A. Madero, Iztacalco, Iztapalapa y Venustiano Carranza, el 80 por ciento de la población de 18 años y más, manifestó sentirse inseguro en los cajeros automáticos localizados en la vía pública, el 72.7 por ciento en el transporte público, el 64.8 por ciento en el banco, y 61.3 por ciento en las calles que habitualmente usa.

Indicó que el 89.9 por ciento de la población de 18 años en la Ciudad de México considera a la ciudad insegura, por lo que hay que tomar medidas para cambiar esta percepción, porque además refieren que conforme pasa el tiempo la situación empeora cada día más.

Lamentó que la gente haya cambiado su estilo de vida al no portar objetos de valor como dinero o tarjetas de crédito por temor a sufrir algún delito; prohibir que sus hijos menores salgan de sus viviendas o cambiar de rutinas en cuanto a caminar por los alrededores de su vivienda al anochecer.
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