CIUDAD JUÁREZ, CHIHUAHUA.- En su último día en México, el Papa Francisco buscará dar un mensaje de consuelo a los miles de víctimas de la violencia y a los inmigrantes que hacen un tortuoso camino tratando de alcanzar el sueño americano.

Yo vivo cerca del río donde está el muro (la valla fronteriza) y me da tristeza que nadie hace nada por los migrantes, por eso vine a gritar si alguien nos escucha para que paren estas muertes absurdas y la separación de las familias», dijo Janete Carrilli, una ama de casa de 40 años.

Muchos inmigrantes, sobre todo centroamericanos, son víctimas del crimen organizado al atravesar México, pero también mueren al entrar en zonas desérticas de Estados Unidos debido al intenso calor o a menudo cuando son abandonados a su suerte por los «coyotes», como se les llama a los traficantes de personas. No pocas veces, una vez instalados en territorio estadounidense, en condiciones de ilegales y ya con familia constituida allí, son deportados y separados de sus hijos en caso de que éstos hayan nacido en Estados Unidos.

Se esperaba que unos 200,000 católicos crucen el miércoles los cuatro puentes en la localidad estadounidense de El Paso hacia Ciudad Juárez para ver al Papa, en un masivo peregrinaje que posiblemente cause congestionamientos de tránsito y de las oficinas de inmigración.

El Paso tiene una extensa población hispana y católica que acudirá a «El Punto», un enorme terreno cerca del estadio Benito Juárez. Allí se construyó una plataforma que le permitirá al pontífice dirigirse a los habitantes que estén viendo el acto desde El Paso.

Sumida en una espiral de violencia por la lucha entre los cárteles de Juárez y de Sinaloa, que dirigía el recapturado Joaquín «El Chapo» Guzmán, Ciudad Juárez llegó a ser considerada en 2010 como la ciudad más violenta del mundo con 3,798 homicidios solamente ese año, lo que implicó una escalofriante tasa de 289.9 asesinatos por cada 100,000 habitantes.

Antes de la llegada del Papa, la ciudad había sido blindada con un aparatoso operativo de seguridad que incluía a policías locales, federales y militares.

Ciudad Juárez también es tristemente conocida por los feminicidios que sucedieron desde principios de la década de 1990, cuando mujeres jóvenes aparecían violadas y con signos de tortura, semienterradas en las zonas desérticas de la periferia.

Desafortunadamente, con la visita del Papa no esperamos ningún cambio. Vamos a ir a escuchar la misa porque necesitamos palabras de aliento, pero nuestras autoridades seguirán siendo las mismas, corruptas, inmersas en un sistema podrido», dijo José Luis Castillo, padre de la adolescente Esmeralda Castillo, desaparecida en el 2009.

Muchos de los crímenes de mujeres continúan en la impunidad e incluso existen casos en los cuales se han entregado restos erróneos a las familias.

con información de agencias

jcrh