CIUDAD DE MÉXICO.- Gracias a inversión tanto pública como privada, por un total de tres mil 500 millones de dólares, el gobierno de la Ciudad de México construirá dos plantas generadoras de energía eléctrica a base de desechos orgánicos y sólidos.

El primer proyecto será una planta de biodigestión que reciclará dos mil toneladas de desechos orgánicos al día, lo que la convertirá en la más grande del mundo. El segundo, atañe a una planta de termovalorización la cual aprovechará los residuos sólidos para crear energía, construcción que se licitará en menos de un mes.

Por su parte, Miguel Ángel Mancera, Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, adelantó, de manera extraoficial, que ambas estarán en el Relleno Sanitario Bordo Poniente.

La importancia de la inversión privada radica en la restricción de recursos federal, por lo que la iniciativa privada es bienvenida para potenciar y acelerar el paso de la transición energética, más si se toma en cuenta que la CDMX firmó un acuerdo para reducir 10 gigatones de CO2 para 2030, como parte de la Cumbre de Ciudades Globales del Mundo.

jcrh