CIUDAD DE MÉXICO,- En el primer día del ciclo escolar 2016-2017, y ante el llamado de la disidencia magisterial a la suspensión de clases en varios estados de México, es un desafío al que enfrenta la nación. Se deben definir medidas que se deben tomar para defender la educación pública gratuita, laica y obligatoria, en un momento en que la acción radical de cualquiera de los actores agrede su avance.
El presidente nacional de Nueva Alianza, Luis Castro Obregón, advirtió que la postura del magisterio disidente es un ataque a la educación pública, a los niños, a la democracia mexicana y a la posibilidad de impulsar el desarrollo del país.
Planteó que esto se encuentra, en el otro extremo, con la derecha radical que incluso –soterrada y eufemísticamente– llama a la violencia, y transversalmente es aludida por el activismo clerical, que ya quiere salir a las calles.
Enfatizó que el reporte de actividades en las escuelas públicas llamadas a paro destaca que en Michoacán se encuentran abiertas el 99%; en Guerrero, el 94%, y en la Ciudad de México sólo hay 11 centros educativos cerrados, con lo que se hace evidente que la mayoría de los maestros demuestran su compromiso al impartir clases a sus alumnos desde muy temprano, y esto sin duda redunda en el respeto de la sociedad.
El dirigente del Comité de Dirección Nacional de Nueva Alianza fue entrevistado al salir del Informe de Labores del diputado Jesús Zambrano, presidente de la Mesa Directiva de la LXIII Legislatura , donde afirmó que el desafío consiste en conjuntar las voluntades para fortalecer a la educación pública, para afrontar el reto actual y para encontrar salidas al conflicto.
En las instalaciones del Palacio de San Lázaro, Castro Obregón manifestó que Nueva Alianza está convencido de que la reforma educativa necesita tantos ajustes como sean necesarios con el fin de ser viable y tan pocos como sean indispensables para no desviar el espíritu con el que nació.
Dicho espíritu, agregó, imprime la necesidad de fortalecer el Sistema de Desarrollo Profesional Docente, de generar estímulos para que los maestros mejoren en su propia formación, que contribuyan al avance de la calidad de la educación a los estudiantes y se apliquen los recursos para que se restauren las escuelas.
El dirigente turquesa indicó que la disidencia magisterial “está atrapada en un juego de maximización de resultado en su mesa de negociación, aun cuando sea a costa de la educación pública, de los derechos de las niñas y de los niños; estira y lastima a la educación pública, por eso los bajos índices educativos en las entidades donde tiene presencia, por eso el crecimiento de la educación privada en esos estados”.
La aplicación de la reforma educativa puede tener ajustes regionales o socioculturales pero sólo para mejorar su viabilidad y el cumplimiento de sus objetivos, y a pesar de que existen algunas resistencias al cambio, éste no puede detenerse por intereses particulares, puntualizó.
Al ser cuestionado respecto al próximo Informe de Gobierno de Enrique Peña Nieto, apuntó que, además del ejercicio republicano y la rendición de cuentas, “esperamos un mensaje político de altura, que haga un balance y que convoque a la cohesión nacional”.
Necesitamos –subrayó– elevar el nivel del debate político en nuestro país, debatir ideas, propuestas, argumentos, con crítica y con autocrítica, con más profundidad y sobre los temas más relevantes. “Debemos debatir el presente y el futuro de México, tanto como el compromiso y las propuestas de los actores en la arena política”.
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