* El juicio contra el narcotraficante, Joaquín «el Chapo» Guzmán, sigue dando de qué hablar, pues ahora se revelaron nexos con el futbol mexicano.

En Estados Unidos se realiza uno de los mayores juicios contra un narcotraficante, el acusado es Joaquín «el Chapo» Guzmán.

Ahí, muchos de los que eran allegados al narco han acudido a dar su testimonio bajo el programa de testigos protegidos.

Muchos piensan que es traición, pero la verdad es que se han revelado muchas cosas interesantes.

Como la de que sobornó a los ex presidentes Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, entre otros actos de corrupción y relacionados con asesinatos.

Bueno, pues para no perder el hilo de «las revelaciones», ahora tocó el turno a Tirso Martínez alías «el futbolista», quien fungía como un distribuidor de droga.

Tirso declaró ante un jurado estadounidense que «el Chapo» realizó importantes versiones millonarias a equipos del futbol mexicano.

Tirso declaró que la «épocas de oro» del narcotraficante, compró varios equipos de futbol profesional en: Mérida, La Piedad, Irapuato, Celaya y Querétaro.

Los recursos para el pago de los mismos fue con dinero que obtuvo del tráfico de drogas.

Y detalló; por ejemplo, al equipo de Venados de Yucatán lo compró por una cantidad de entre 600 mil y 700 mil dólares.

A los Reboceros de La Piedad, los adquirió por aproximadamente 2.2 millones de dólares.

Pero ahí no paró la cosa, pues el negocio era redondo.

Después de comprar al equipo de La Piedad, lo vendió en 10 millones de dólares en 2004, obteniendo una ganancia de cuatro millones de dólares.

Tirso explicó que él era el encargado de hacer las transacciones, de ahí su apodo, pero comenzaron los problemas.

En 20116 la Federación Mexicana de Futbol sospechó que el dinero provenía del narcotráfico, por lo que le compró todos sus activos en el deporte por 10 millones de dólares.

SU OTRA AFICIÓN

Pero «el futbolista» tenía afición por otros «deportes», las peleas de gallos en las cuales, según Tirso, llegó a apostar hasta 100 mil dólares por pelea.

Declaró que perdió entre dos y tres millones de dólares en apuestas de gallos, caballos, propiedades, autos, casas, fiestas y mujeres.

Pero pudo comprar un restaurante en Tijuana, cuatro negocios de venta de ropa, una avioneta, caballos, autos e incluso una concesionaria de automóviles en Los Ángeles.

Foto: facebook.com/riodoceperiodismo

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