* Una prenda dio la libertad y absolvió a un acusado de estar con una joven de 17 años sin su consentimiento.

Un juicio por un supuesto caso de violación está causando revuelo en el mundo, en especial entre quienes practican el feminismo.

Se trata de la historia de una joven de 17 años de edad en Cork, Irlanda, y la denuncia que recayó sobre un hombre.

La abogada defensora del acusado presentó como prueba de inocencia de su cliente una tanga roja con encajes de la presunta víctima.

La prenda íntima fue considerada prueba de consentimiento y logró que el acusado fuera liberado.

¿Cómo?

El argumento de la abogada defensora fue simple; mostró al jurado cómo iba vestida la joven de 17 años el día de la supuesta agresión.

Con ello, dijo la defensa, se demostró que la chica buscaba compañía y disponibilidad para conocer a alguien.

Finalmente, la tanga roja con encajes se mostró como prueba de que dio su consentimiento a una relación sexual.

Así, el acusado de 27 años de edad, logró quedar en libertad y se le absolvió de los cargos.

Reacción

En redes sociales estallaron cuando el veredicto se hizo público, especialmente en el mundo del feminismo.

Un gran número de mujeres publicaron imágenes de ropa interior con el hashtag #ThisIsNotConsent (#EstoNoEsConsentimiento).

Además, la reacción no se limitó a la web. También una diputada llevó su propia ropa interior al parlamento de Irlanda.

«Puede parecer vergonzoso mostrar una tanga de esta forma incoherente pero… ¿cómo creen ustedes que se siente una víctima de violación o una mujer cuando se enseña su ropa interior en un tribunal?», dijo la diputada Ruth Coppinger, ante las objeciones del presidente de la cámara.

«Una abogada le pidió al jurado que considerarse ‘cómo iba vestida’ la adolescente, que estaba ‘abierta a conocer a alguien’ porque ‘llevaba un tanga con encajes'», agregó.

«Las mujeres de este país empiezan a estar hartas de que los tribunales irlandeses atribuyan la culpa siempre a las víctimas», remató.

Además, tras la difusión del caso, muchas personas salieron a las calles a manifestarse contra la decisión del juez en las ciudades de Dublín, Cork y Belfast.

La marcha fue también para exigir reformas a las leyes irlandesas en torno a los juicios por violación.

Información e imagen: AFP

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