MÈXICO.- En plena era electrónica y de acelerada y vertiginosa digitalización, me permito hacer llegar a mis dos lectores, el siguiente cálculo elaborado por una experta en ciencias exactas, al cual agregué alguna fantasía, propia de estas fechas:
I .- Aproximadamente 2.000 millones de niños en el mundo. Sin embargo, como Santa no visita niños musulmanes ni judios ni budistas, ésto reduce su trabajo en la noche de Navidad a un 15% o lo que es lo mismo 378 millones. Con una tasa promedio de 3.5 niños por casa, se convierte en 108 millones de hogares (asumiendo que al menos hay un niño bueno por casa).
II .- Santa tiene alrededor de 31 horas de Navidad para realizar su trabajo gracias a las diferentes zonas horarias y a la rotación de la tierra, asumiendo que viaja de este a oeste (lo cual parece lógico). Esto suma 967.7 visitas por segundo.
En cada casa cristiana con un niño bueno, Santa tiene alrededor de 1/1000 (una milésima) de segundo para estacionar el trineo bajarse, entrar por la chimenea, distribuir los regalos bajo el arbolito, comer los bocadillos que le dejan, trepar de nuevo por la chimenea, subirse de nuevo al trineo y llegar a la siguiente casa.
Asumiendo que cada una de esas 108 millones de paradas distribuidas geográficamente (lo cual, desde luego sabemos que es falso, pero lo aceptaremos para propósitos de nuestros cálculos) estamos hablando de alrededor de 1.248 kms entre casa y casa; un viaje total de 120.8 millones de kilómetros, sin contar descansos ni paradas al baño.
Esto significa que el trineo de Santa se mueve a una velocidad de 1.040 kilómetros por segundo; es decir 3.000 veces la velocidad del sonido. Para propósitos de comparación, el vehículo más veloz hecho por el hombre, el Ulysses Space, se mueve a una velocidad de 43.84 Km/seg y un Reno convencional puede correr (como máximo) a 24 Km por hora.
III .- La carga del trineo añade otro elemento interesante. Asumiendo que cada niño solo pidió un juguete de tamaño mediano como un paquete científico «Mi Alegría»(1 kg), el trineo estaría cargando más de 500.000 toneladas sin contar a Santa. En tierra un reno normal, no puede acarrear más de 150 kgs. Aún asumiendo que el reno «volador» pudiera jalar diez veces el peso normal, el trabajo no podría ser hecho por 8 ó 9 renos.
Santa necesitaría 360.000 de ellos, lo que incrementa la carga, sin contar el peso del trineo, otras 54,000 toneladas, algo así como 7 veces el peso de un crucero.
V .- 600.000 toneladas viajando a 1,040 km/seg, crea una resistencia al aire enorme lo que calentaría los renos de la misma forma que se calienta la cubierta de una nave espacial al ingresar a la atmósfera terrestre. Los 2 renos del frente, absorberían 14.3 quintillones de joules de energía por segundo cada uno. Por lo que se calcinarían casi instántaneamente exponiendo a los renos siguientes y creando ensordecedores «booms» sónicos. El equipo entero de renos se vaporizaría en 4.26 milésimas de segundo, o más o menos cuando Santa llegara a la casa visitada número 5…
Si no importara todo lo anterior, el resultado de la desaceleración de 1,040 km/seg en 0.001 segundo, Santa estaría sujeto a fuerzas centrífugas de 17,500 grs. Y si Santa pesara 150 kgs (que por lo gordito y rosado, resulta un peso adecuado), se incrustaría en el frente del trineo con una fuerza de 2.315,015 Kg-fuerza, rompiendo instantáneamente sus huesos y sus órganos, reduciéndolo a una masa amorfa aguada y temblorosa.
V .- Si Santa existiera, desde la perspectiva electrónica, hoy estaría muerto…