* La defensa de Javier Duarte asegura que sólo se declaró culpable porque así lo obliga la ley procesal.
En un capítulo más de nuestro «México mágico», el exgobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, fue condenado a nueve años de cárcel y a pagar una multa de 58 mil 890.60 pesos.
El veracruzano se declaró culpable de los delitos de asociación delictuosa y lavado de dinero, por lo que un bondadoso juez le impuso dicha condena.
«En base a los principios de lealtad e institucionalidad que rigen mi conducta, sí su señoría», dijo Duarte en el juicio.
Además, el exgobernador recibió una amonestación para que ya no vuelva a delinquir y se le suspendieron sus derechos políticos y civiles mientras cumple los nueve años de cárcel.
Lo único que parece razonable en todo esto, fue la orden de decomisar 22 parcelas y seis inmuebles en la Ciudad de México, un terreno en el Estado de México, tres departamentos en Boca del Río, Veracruz, cuatro en Ixtapa Zihuatanejo, Guerrero, más seis terrenos en Cancún, Quintana Roo.
El costo de algunos de los inmuebles de Javier Duarte es descomunal, como tres departamentos de Santa Fe, que el político supuestamente compró para sus hijos, con un valor de 45 millones 500 mil pesos cada uno.
Según El Universal, La Procuraduría General de la República no solicitó reparación del daño puesto que en dichos delitos no se admite este tipo de pena.
Y por si nueve años de prisión parecen poco, a Duarte se le deberá descontar el tiempo que ya lleva detenido, es decir, desde el 15 abril del 2017, por lo que sólo le restan unos siete años y medio.
Además, la cifra de la multa corresponde al periodo y al lugar donde «Javidú» cometió los ilícitos.
Por ello se sumaron 300 días del salario mínimo del año 2011 en Campeche, es decir, 52 mil 317 pesos, por recursos de procedencia ilícita, más 90 días con base en el salario mínimo de la CDMX en el año 2016, que son 6 mil 573 pesos con 60 centavos, por el delito de asociación delictuosa.
Según declaró el abogado de Javier Duarte, Ricardo Sánchez Reyes, solicitaron un procedimiento abreviado para el caso, con lo que evitaron prolongar el juicio de forma indefinida.
Además, dijo que «Javidú» admitió su culpabilidad porque «la ley procesal en vigor obliga al imputado a aceptar su responsabilidad por el delito que se les acusa», pues señaló que «no hay medio de prueba» que acredite que recursos del Gobierno de Veracruz fueran obtenidos por el exgobernador ilegalmente.
Esto vuelve a quedar en evidencia la debilidad de la justicia mexicana con una risible condena y una absurda multa.
Al final, no importaron los miles de millones de pesos que saqueó Javier Duarte del erario, los niños con cáncer que recibieron placebos y no medicina en hospitales de la entidad, los 17 periodistas asesinados aparentemente por su labor relacionada con el mandatario o los lujos que hoy libre e impunemente presume su esposa, Karime Macías, desde París.
También vale la pena decir que muchos millones de pesos aún andan por ahí y no parece que regresen nunca al pueblo de México.
Imagen: AFP
También te puede interesar:
López Obrador va aclarar la muerte de los 43 normalistas de Ayotzinapa
Adiós a la policía municipal en Acapulco, la Marina está al mando