
México vive una oscura noche en materia de derechos humanos y de seguridad pública, además, dos millones de nuevos pobres y una deuda pública sin precedentes. La vicecoordinadora del Grupo Parlamentario del PRD en el Senado, Dolores Padierna Luna dijo que en materia de derechos humanos, el gobierna elude la realidad de torturas, abusos y feminicidios
«Cada día nos indignamos con un nuevo abuso, un nuevo caso de tortura, con las cifras de los feminicidios, con las noticias sobre el control que sigue ejerciendo la delincuencia en muchas zonas del país», añadió.
Al acudir al Segundo Consejo Nacional del Movimiento Nacional por la Esperanza, la legisladora afirmó que el gobierno de Enrique Peña Nieto elude a la verdad en materia de derechos humanos porque con la verdad vendría la necesidad del viraje, la urgencia de poner fin a una estrategia que ha fracasado y sigue fracasando.
«Pero, en lugar de poner las bases para cambiar ese sistema, el gobierno parece decidido a otorgar más herramientas a una estrategia fracasada, como en el caso de los recientemente aprobados códigos militares», aseguró. En este contexto, la senadora perredista consideró que todas y cada una de las reformas de Peña Nieto han hecho agua al tratar de ser llevadas a la realidad.
Citó como ejemplo la reforma fiscal que no ha logrado resolver los viejos problemas de las finanzas públicas ni tampoco que las grandes empresas paguen los impuestos que deberían. «La carga del fisco sigue recayendo en los contribuyentes cautivos, en los asalariados y las pequeñas y medianas empresas».
«Por otro lado, las finanzas públicas también se han visto severamente afectadas por la caída de los precios del petróleo, uno de los factores que ha impedido también que el gobierno pueda presumir algún éxito de su reforma energética», subrayó.
Ante los consejeros nacionales del MNE, Padierna Luna recordó las promesas de Peña Nieto respecto a que no se aumentarían los impuestos, ni se endeudaría más al país; sin embargo, la realidad es otra, ya rebasó con mucho el endeudamiento de sus antecesores. «Aun así, el gobierno y su coro cacarean el supuesto ‘manejo responsable de la economía’, que para la mayoría de los mexicanos no significa sino empleos precarios, cuando los hay, y salarios de hambre.
Los dos millones de nuevos pobres reconocidos en las cifras oficiales y una deuda pública sin precedentes, y no los numeritos que sólo lucen en la propaganda, son ya los emblemas de la herencia económica de Peña Nieto», advirtió.
Cuestionó que el gobierno siempre culpe de sus propios errores a “factores externos”, a la “volátil” economía mundial.
Afirmó que la desigualdad mexicana es brutal: el 10 por ciento de la población de mayores ingresos se queda con casi 40 por ciento del pastel de la riqueza nacional; en tanto que el 10 por ciento más pobre sobrevive con apenas el 1.2 por ciento, de acuerdo con datos de la OCDE.
En otro tema, la vicecoordinadora parlamentaria consideró que la elección de una Asamblea Constituyente significa un gran paso, «incluso con todas las limitaciones impuestas por quienes pretenden obtener por vías tramposas lo que no consiguen en las urnas».
«Cada uno de los cambios que hemos logrado en nuestra Ciudad se ha hecho realidad en contra de los deseos de quienes ven el gobierno como un negocio, la privatización de los bienes públicos como una misión y la destrucción del medio ambiente y la convivencia ciudadana como un daño colateral.
No son graciosas concesiones sino transformaciones conseguidas por la persistencia y el compromiso de miles de ciudadanas y ciudadanos. Rechacemos la simulación. Demos la batalla para tener una Constitución de avanzada, que esté a la altura de los habitantes de esta gran Ciudad. En ello debemos poner toda nuestra energía», concluyó.
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