CIUDAD DE MÉXICO,-  Considerar al vital líquido como un derecho humano inalienable es obligación de los legisladores para que se incluya en la Constituye necesidad que se convierte en prioritaria ahora que los genios encargados del presupuesto 2017, hicieron recortes sin ton ni son, lo que ocasionará serios problemas en la ciudadanía.

Para Janet Hernández Sotelo secretaria de la Comisión Integral del Agua de la Asamblea Legislativa su exhorto va dirigido tanto a las autoridades como diputados federales porque se destinen más recursos para los siguientes años a ese rubro, ya que una sustitución gradual de la red hidráulica y del drenaje son prioridad para evitar que este recurso natural se vuelva más escaso para los ciudadanos.

 “No podemos permitir que se siga tirando el agua a través de fugas que no son reparadas y prevenidas a través de la sustitución de las mismas,  para ello necesitamos dinero, recursos”, destacó la perredista.

La diputada local alertó de la pérdida del agua en la Ciudad de México debido a tuberías de agua potable que tienen más de 50 años de uso y que permiten fugas de más del 41 por ciento que llega para su distribución a los habitantes de la capital del país.

Este problema que se presenta en la red hidráulica es grave y se advierte en tuberías de gran diámetro como en múltiples de pequeños diámetros, las cuales pueden ser visibles o no visibles, lo que ocasiona grandes pérdidas del vital líquido.

Esto mismo pasa, dijo, con las redes de drenaje las cuales además han perdido su pendiente, o incluso se encuentran en contrapendientes ocasionando funcionamiento incorrecto. Sostuvo que por la sobreexplotación de los acuíferos que dotan de agua a la Ciudad de México se torna delicada, ya que la extracción es muy superior a la recarga, generando una disminución en sus niveles, a razón de un metro por año.

Lo anterior, motivan los hundimientos diferenciales y regionales que llegan a ser de hasta 40 centímetros por año en algunas zonas de la ciudad. Esto provocará, apuntó, serias dificultades para extraer agua del acuífero en el futuro.

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