¿Cómo desfacer el entuerto?, el Hoy no Circula, ha dejado de ser un problema para los automovilistas citadinos, ahora el peregrinar es hallar un verificentro funcionando ya que muchos decidieron cerrar para no ser multados o bien carecen de la certificación de sus dinamómetros.
Este problema, alguien debe resolverlo y en este caso la Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de México, habrá que cargarle la «pila» porque estableció sus consideraciones y antes de hacerlas públicas debió pensar en los verificentros y actualizarlos para operar bajo las nuevas normas y no acceder a lo más simple: multar.
Como el Ejecutivo Federal requiere de circulante, la forma más asequible es única. Aquí la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente y la Semarnat, chocan y lanza piedras contra los inspectores de la Profepa por su falta de preparación y en medio de este lío, los crucificados son los automovilistas que entre julio y agosto -engomado amarillo- terminación de placas 5 y 6, han encontrado que una mayoría de los verificentros han optado por no dar servicio.
El tiempo no será su mejor aliado, porque al no cumplir con el lapso asignado, serán objeto de una multa.
Y como es costumbre, todos se lavan las manos. La Ciudad de México publicó en 2015 el manual para la operación y funcionamiento de los equipos para el correcto desarrollo de la verificación vehicular y como la NOM-EM-167-SEMARNAT-2016 establece que los verificentros con la nueva tecnología deben ser controlados por la autoridad federal, no por proveedores y dueños de las instalaciones.
Los verificentros deben acreditar que sus dinamómetros, los rodillos en los que se monta el vehículo para la prueba de emisión de contaminantes, están calibrados, esto con una constancia que se emite en los 20 laboratorios de la Megalópolis acreditado por la Entidad Mexicana de Acreditación (EMA).
El titular de la Profepa, Gillermo Haro Bélchez, asegura que los 20 laboratorios que existen en la Megalópolis son suficientes para los 447 centros de verificación que dan servicio (338 para vehículos particulares y 109 para el transporte de placas federales).
Algunos encargados aseguran que solicitaron a la Profepa la lista de los laboratorios pero no recibieron respuesta. Las sanciones económicas a las que podrían hacerse acreedores los centros de verificación podrán alcanzar hasta 50 mil unidades de medición por cada irregularidad.
Ante el cierre de muchos verificentros en la Ciudad de México por temor a las clausuras de la Profepa, la Sedema dio a conocer en su portal de internet la lista de los verificentros abiertos, que no superan el número de cinco, ¿a quién se le debe cargar esta genialidad cuyo resultado será multar a los usuarios por no cumplir en tiempo y fecha la dichosa verificación?.
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