CIUDAD DE MÉXICO,-  El primer acto de corrupción que comete un funcionario público es aceptar un cargo para el cual no está capacitado. La consejera electoral Olga González Martínez, dijo lo anterior al participar en el foro Retos y perspectivas en materia anticorrupción para la Ciudad de México (CDMX).

La también presidenta de la Comisión Provisional de Seguimiento al Servicio Profesional Electoral Nacional del Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF), señaló que aspectos como la transparencia en los mecanismos de acceso a cargos públicos, la homologación de criterios de ingreso y permanencia, así como los programas de profesionalización tienen efectos positivos en la calidad de nuestra administración pública y de la democracia en la capital del país.

En ese sentido, refirió que el Servicio Civil de Carrera en las instituciones, es una manera de gestionar los recursos humanos de la administración pública para formar personal cuyo compromiso sea con el interés común, sin consideraciones de grupos o partidos políticos, basados en el mérito, imparcialidad e igualdad de oportunidades.

La consejera electoral Olga González Martínez destacó que la ciudadanía está desencantada y el hartazgo por la corrupción la ha vuelto apática; por ello, destacó que las autoridades, sociedad civil organizada, empresarios y universidades son la base para sustentar el cambio, mover a la ciudadanía y sacarla de su estado de apatía por el mal funcionamiento del gobierno.

Dijo que información, diálogo y transparencia son indispensables para conformar una estrategia que permita atacar la corrupción, exigir una cultura de la rendición de cuentas y abrir la información para empoderar a la ciudadanía.

Durante su participación en la mesa sobre el Servicio Civil de Carrera, comentó que éste posee tres características principales: competencia, neutralidad o imparcialidad y mérito.

Al señalar que, de acuerdo con la Encuesta de Gobierno 2015 realizada por el INEGI, en la Ciudad de México existen 258 mil plazas ocupadas en la administración pública, de las cuales 136 mil son de base y 73 mil de confianza, consideró que la relevancia de este servicio está en que garantiza la permanencia de las y los funcionarios a pesar de los cambios de estructura política de gobierno, incrementa la productividad, genera resultados, elimina la cultura de la lealtad individual, procura la continuidad a nivel institucional y profesionaliza la función pública.

Mencionó que en el Estado mexicano, el Servicio Civil de Carrera debe estar sustentado en una continua modernización de la función pública, “porque los recursos humanos son un engrane fundamental para el mejor desempeño y ello se da a través de la profesionalización”.

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