*El hallazgo del cuerpo de un niño con una piedra insertada en la boca, podría revelar datos a cerca de un ritual conocido como “entierro de un vampiro”, en el que se pensaba que los cuerpos podían levantarse, así que los enterraban con piedras para evitar que regresaran a la vida

De acuerdo con reportes de la Universidad de Arizona, el hallazgo del cuerpo de un niño con una piedra insertada en la boca, podría revelar datos a cerca de un ritual conocido como “entierro de un vampiro”, en el que se pensaba que los cuerpos podían levantarse, así que los enterraban con piedras para evitar que regresaran a la vida.

Arqueólogos de la Universidad de Arizona y la Universidad de Stanford, junto con arqueólogos italianos descubrieron los restos óseos que podrían haber sido sepultados hace más de mil 500 años en un cementerio de la localidad italiana de Lugnano, en Umbria.

Se cree que la piedra en la boca era lo que impedía que se convirtieran en “vampiros”

El esqueleto encontrado era el de un menor de 10 años de edad, aproximadamente, sobre el sexo del menor aún no se determina pero ya es conocido como “el vampiro de Lugnano”.

Se cree que el niño murió a causa de una epidemia de malaria que azotó la zona en el siglo V de nuestra era y fue enterrado con un ritual para impedir que retornara a la vida y difundiera la enfermedad.

Junto a los restos de este niño fueron hallados restos de cuervos, sapos y ollas de bronce con cenizas de cachorros de animales que habrían sido sacrificados como parte de un ritual.

Durante las excavaciones en el cementerio de niños de Lugnano se encontraron los esqueletos de alrededor de 50 niños y recién nacidos, entre ellos el de una menor de tres años que fue enterrada con piedras en las manos y los pies, una práctica muy común en ese tiempo, que se tenía la creencia de que así, los muertos no podrían salir de sus tumbas.

Este descubrimiento ayudará a encontrar más información sobre la epidemia de malaria que azotó Umbria hace mil 500 años.

El cementerio fue construido en el siglo V sobre los restos de una  villa romana del siglo I de nuestra era.

Imagen: Especial Repubblica

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