CIUDAD DE MÉXICO,-   En México se registraron hasta abril de 2015: 2,420 investigaciones sobre tortura, señala la Procuraduría General de la República (PGR). Sólo 15 de ellas con sentencia condenatoria. Por su parte, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) registró –de 2006 a 2015– 9,200 denuncias por tortura.

En México existe tortura de tipo sistemática que reprime los movimientos que critican la pobreza, el trabajo infantil, pornografía infantil, alfabetismo, desarrollo, dependencia y corrupción.

Hassan Dalband, profesor-investigador de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), dijo lo anterior en el marco de los acontecimientos recientes en el país y de la conmemoración del Día Internacional de las Naciones Unidas en Apoyo a las Víctimas de la Tortura.

Este tipo de tortura “es una acción totalmente antidemocrática, rechazable y antihumana; sólo regímenes dictatoriales de orientación fascista utilizan la tortura para callar opiniones críticas, pensamientos diferentes y disidentes”, expresó.

“Un ejemplo es el caso de Oaxaca –por los maestros que están luchando para defender sus derechos fundamentales: libertad de pensamiento y manifestación­”, añadió.

Dijo que los factores que ocasionan la violencia son de tipo económico, político y social, aunado a esto la impunidad en el sistema de justicia, el miedo de las personas a denunciar y la corrupción de las autoridades causada por los bajos salarios que reciben los trabajadores de diversas instituciones.

“En enero de este año la presidencia de la república publicó la Ley General Contra la Tortura; existe además el Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, medidas que deberían servir para contrarrestar el problema.

Sin embargo, los casos de tortura en México siguen siendo frecuentes, tal como lo que sucedió a uno de los estudiantes de la Escuela Rural Normal de Ayotzinapa: César Mondragón; el terrorismo de Estado es poner miedo en la gente.

México tiene una democracia capitalista que actúa a favor de una clase de minoría y dominante, la tortura pertenece a un sistema antidemocrático cuando no puede mantener el orden público o económico. Entonces se convierte en dictadura”, aseveró.

Los sectores más vulnerables a sufrir tortura son los periodistas, maestros, maestras, trabajadores campesinos, líderes de movimientos sociales, estudiantes de universidades públicas, ya que son más valientes, más consientes, no dejan de pensar y de luchar, enfatizó.

Actualmente, México es el segundo país a nivel mundial con más asesinatos de periodistas; tan solo en Veracruz van asesinados 17 este año.

“El Estado falsifica las estadísticas oficiales para neutralizar las críticas de otros países sobre su sistema de justicia o denuncias sobre Derechos Humanos.

La PGR no cuenta con los datos actualizados de las cifras sobre las denuncias de tortura para poder llevar un registro oficial, a pesar de que el Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) le ha pedido actualizar las cifras; hasta la fecha no se tienen”, subrayó.

El académico aseguró que va a seguir la tortura si no se realizan cambios grandes. “México es un país que tiene antecedentes de lucha; tenemos un futuro muy difícil, tenemos que seguir por un México mejor y más democrático sin tortura”, expresó.

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