MÉXICO.- ¿Hubo exceso de fuerza en el operativo de la Armada mexicana en Nayarit para capturar a Francisco Patrón? Esta es la nueva polémica que debe enfrentar el Gobierno federal, al abrir el debate sobre la necesidad de una ley que enmarque las operaciones militares de este tipo.

Recordemos que el capo, también conocido como el H2, fue abatido por la Unidad de operaciones especiales de la marina (UNOPES), durante un enfrentamiento en el que los uniformados utilizaron un helicóptero que abrió fuego intensamente sobre una zona residencial de Tepic. La operación dejó 15 sicarios muertos incluido el propio Patrón.

El Manual del Uso de la Fuerza común al Ejército y la Marina considera uso “indebido” de la fuerza “disparar a través de ventanas, puertas, paredes y otros obstáculos, hacia un objetivo que no esté plenamente identificado” o “disparar cuando hay un riesgo inminente para terceros”. Sin embargo, un día después del operativo, la Secretaría de Marina solo ha informado de que los disparos desde el helicóptero tenían una intención “disuasiva”.

Hasta el momento se sabe que los vecinos fueron alertados por megafonía para que no salieran de sus casas. Sin embargo, de acuerdo con el manual, disparar no es un método de disuasión en ningún caso.

Diferente expertos han manifestado su preocupación, por el accionar de las Fuerzas Armadas en la lucha contra el narcotráfico en México. De acuerdo con Laura Atuesta, en el operativo de Tepic, “se emplearon tácticas de guerra, de seguridad nacional, que normalmente se usan en conflictos con agentes externos. Si esto es un ejemplo de cómo las Fuerzas Armadas van a combatir a la delincuencia”, opina, “vamos a ver cómo incurren en usos excesivos de la Fuerza”.

No olvidemos que actualmente en el país, se discute una ley para regular el accionar de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública. Sin embargo según señalan estudiosos y partidos de oposición, si se procede su aprobación, “este tipo de acontecimientos van a estar alejados del escrutinio público y del alcance de las autoridades civiles”.

Según fuentes militares, la captura de los ‘H’ -la cúpula de los Beltrán Leyva-, se había convertido en una obsesión para las Fuerzas Armadas tras el artero ataque contra un convoy militar en Culiacán, Sinaloa que dejó cinco soldados y otros diez heridos el pasado 30 de septiembre, cuando escoltaban una ambulancia de la Cruz Roja que trasladaba a un narcotraficante