* El gusano suele alojarse en los músculos y hasta en el cerebro.

Los amantes de la carne asada probablemente le pierdan cariño a esa bonita costumbre luego de lo que le pasó a un joven en China.

El South China Morning Post publicó el caso de un hombre de 26 años que tras sufrir ataque epilépticos durante algunos meses decidió realizarse algunos estudios.

Los análisis de sangre revelaron que su cuerpo alojaba un horrible huéspedo: el cestodo de Spirometra Mansoni.

El hospital de la Universidad de Nanchan, en Jiangxi, decidió internalo para que se le practicara una cirugía el 10 de septiembre.

Al joven se le extrajo un gusano de diez centímetros de largo que vivía en su cerebro. Lo peor de todo: El parásito aún estaba con vida.

De hecho, Wang Chunliang, doctor encargado del tratamiento del chico, detalló que el bicho aún podía nadar luego de ser extirpado.

¿Por qué?

Según Guo Hui, director del Centro de Neurocirugía y Neurología de Shanghái, beber agua contaminada y comer carne o mariscos crudos o sin estar bien cocidos puede ser la causa de que el parásito se aloje en el cerebro de los humanos.

En el caso de este desafortunado chino, él mismo confirmó que frecuentemente consumía carne a la parrilla a cocida a «término medio».

La larva de Spirometra Mansoni suele alojarse en los músculos, el abdomen, las piernas o debajo del peritoneo o pleura, aunque también los ojos suelen ser uno de sus destinos favoritos, provocando inflamación severa en los tejidos.

Imagen: Especial

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