* Luego de la tragedia registrada en Tlalhuelilpan, Hidalgo, los familiares de las víctimas aún no entierran a los fallecidos.

La tragedia en Tlahuelilpan suma hasta el día de hoy 130 personas muertas, 15 heridas y 69 desaparecidas.

Recordemos que fue el 18 de enero, cuando un ducto de Pemex explotó en esa localidad a causa de los hucahicoleros.

Miles de personas estaban en el lugar para captar gasolina, cuando la explosión ocurrió.

Desde entonces, gobierno local y federal unieron esfuerzos para apoyar a los familiares de los fallecidos.

Familiares de las víctimas comenzaron con el ritual católico para despedir a sus fallecidos.

Los cuerpos fueron trasladados de San Primitivo a la funeraria El Ángel, en el municipio de Tula.

Pero hasta el momento, no les han dado la cristiana sepultura, ¿Por qué?, todo se debe a una superstición.

Resulta ser que por la cantidad de personas que hay que enterrar, se abrió un nuevo panteón en la localidad.

Pero, de acuerdo con una vieja maldición, esto sería lo peor que podría pasar.

Cuenta la leyenda que el primer muerto enterrado en un panteón, se lleva también a sus familiares.

Y ante el temor de que todo se haga realidad, nadie quiere darle sepultura a su familiar.

Ante ello, el alcalde de San Primitivo, Juan Pedro Cruz Farías, mandó llamar al sacerdote para bendecir el panteón.

Sin embargo, continúa la resistencia y en cambio piden una fosa en la zona de la explosión.

Esto, para que los familiares de víctimas no identificadas, puedan visitar el lugar.

El gobierno estatal ha apoyado a las familias con hasta 15 mil pesos a cada una.

Independientemente, se siguen aplicando programas sociales estatales, además de que se trabaja para concienciar sobre el peligro del huachicoleo.

Foto: Notimex