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Guerrero: ¿café o amapola?

Guerrero: ¿café o amapola?

MÉXICO.- La caída en la producción cafetera en Guerrero en los últimos años se ha atribuido a la roya del café, un hongo que destruye las plantas de esta bebida, al grado que ha eliminado casi 40 mil hectáreas de cultivos. Debido a esto, los productores de la región se han visto en la necesidad en dedicar sus esfuerzos a la producción de amapola, situación que ha ayudado a facilitar la transición del estado para convertirse en campo de batalla para grupos narcotraficantes rivales.

El cultivo de café en Guerrero comenzó a caer a comienzos de la década de 1990, cuando el Instituto Mexicano del Café (Inmecafé), que compró café para exportación, comenzó a perder presencia en la zona. La caída de precios que siguió, tuvo un efecto negativo en la producción y los lugareños comenzaron a optar por la siembra de amapola.

Cálculos oficiales, indican que hay 600 hectáreas con cultivos de amapola en Guerrero, pero dijo que es difícil saber con certeza el número real. En comparación, hay cerca de 23 mil hectáreas con cultivos de café.



Guerrero es el epicentro de la amapola en México, ingrediente base para la producción de heroína. Esto se debe a varios factores, principalmente la debilidad de las instituciones del Gobierno en el estado, que crea un ambiente permisivo para que los grupos criminales incentiven la producción de amapola y exploten la epidemia de heroína en Estados Unidos.

Sin embargo, las carencias económicas de los agricultores locales en medio de la caída de la producción cafetera son aspectos que son importantes, en particular en la formulación de estrategias para debilitar la producción de amapola.

Hasta que no se contengan las causas que subyacen al negocio de la droga, lo más posible es que Guerrero siga siendo uno de los estados más violentos de México.

Sin duda, la estrategia del Gobierno mexicano de arrestar a los cabecillas criminales en Guerrero ha mostrado poco éxito en la reducción de la violencia, pues nuevos grupos luchan por controlar territorios cada vez más pequeños y rutas de tráfico.



En los últimos años, la violencia y la inseguridad en Guerrero han ido en una espiral ascendente que se salió de control, y el estado alberga una de las ciudades más violentas del mundo: Acapulco. Entre enero y mayo de 2016, hubo 857 homicidios en Guerrero; en todo el territorio nacional, la cifra fue de 7 mil 743, según cifras del Gobierno. La violencia en todo México ha ido al alza en lo corrido del año, repitiendo niveles inéditos desde el inicio del periodo del presidente Enrique Peña Nieto, a finales de 2012.

La violencia en Guerrero refleja, en parte, la atomización de las monolíticas organizaciones criminales de la vieja escuela en México, que ha dado origen a grupos más pequeños. Grupos como Guerreros Unidos dependen más de otras fuentes de ingresos criminales, como el secuestro, la extorsión y el microtráfico local.

La inseguridad en el estado ha alcanzado tales niveles que el Gobernador, Héctor Astudillo, ha insinuado que se legalice la industria de la amapola en un intento de reducir la violencia. Decir que los arrestos de capos individuales de la droga ayudarán a reducir la violencia es ignorar la pobreza y el clima de anarquía que se extiende; mayores problemas que no pueden resolverse sin iniciativas serias contra la corrupción.

con información de agencias

jcrh