El "hombre de las tres caras" aprende a vivir de nuevo : Digitall Post
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El «hombre de las tres caras» aprende a vivir de nuevo

El «hombre de las tres caras» aprende a vivir de nuevo

Jérôme Hamon ha tenido tres rostros durante su vida. Tras el fracaso de un primer trasplante de cara, realizado por culpa de una enfermedad genética, se le practicó otra operación de ese tipo en enero y ahora aprende a vivir con su nueva «identidad».

Este francés de 43 años, que sigue hospitalizado tres meses después de su operación en París, es la primera persona en el mundo sometida a dos trasplantes de cara.

De momento, su rostro permanece terso e inmóvil y no se ajusta a la forma de su cráneo, pero su aspecto debería mejorar poco a poco, a condición de que funcione el tratamiento inmunodepresor para impedir un nuevo rechazo del injerto.



«Me siento muy bien», dijo Hamon en un encuentro con la prensa la semana pasada. «Tengo prisa por librarme de todo esto», añadió, hablando con dificultad y cansado por el fuerte tratamiento que recibe.

La hazaña de esa segunda operación fue obra del equipo de Laurent Lantieri en el hospital parisino Georges-Pompidou.

French medicine professor Laurent Lantieri (R), a specialist in hand and face transplant, poses
with his patient Jerome Hamon on April 13, 2018 at the Hopital Europeen Georges-Pompidou in Paris.
Hamon is the first man in the world to twice undergo a face transplant after flu tablets incompatible with his anti-rejection treatment led to the first attempt to fail. / AFP PHOTO / Philippe LOPEZ

En 2010, ese cirujano plástico ya había practicado un primer trasplante completo de cara al mismo paciente, en el hospital Henri-Mondor de Créteil, cerca de París.

Hamon padece una neurofibromatosis de tipo 1, conocida como enfermedad de von Recklinghausen, un trastorno genético que deformó su cara.



Jerome Hamon, the first man in the world to twice undergo a face transplant after flu tablets incompatible with his anti-rejection treatment led to the first attempt to fail, poses on April 13, 2018 at the Hopital Europeen Georges-Pompidou in Paris.
/ AFP PHOTO / Philippe LOPEZ

– Gusano marino –

El primer trasplante fue un éxito, tal y como contó Hamon en un libro publicado en abril de 2015: «T’as vu le Monsieur?» («¿Has visto a ese señor?»).

Por desgracia, ese mismo año, utilizó un antibiótico incompatible con su tratamiento inmunodepresor para curar un simple resfriado. En 2016, empezó a mostrar señales de rechazo crónico y su cara empeoró.

Tuvo que ser hospitalizado a mediados de 2017, y en noviembre, los médicos le retiraron el rostro injertado, debido a la aparición de zonas necrosadas.

Permaneció dos meses «sin cara» y en reanimación en el hospital Pompidou, a la espera de que la agencia francesa de biomedicina encontrara un donante compatible. Unos momentos dolorosos que no acabaron con las ganas de luchar de Hamon.

«Todo el equipo de reanimación quedó impresionado por la valentía de Jérôme, su voluntad, su entereza en una situación trágica. Porque entonces estaba en una situación de espera y nunca se quejó. Al contrario, tenía bastante buen humor», contó a la prensa Bernard Cholley, anestesista del Georges-Pompidou.

El donante fue un hombre de 22 años, fallecido a centenares de kilómetros de París. Lantieri se enteró de ello el domingo 14 de enero. Un día después, se retiró la cara del joven y hubo que trasladarla lo antes posible hacia el hospital.

Con el acuerdo de la agencia francesa de seguridad del medicamento, se utilizó una técnica revolucionaria para conservar el injerto. En lugar de introducir la cara en una solución clásica, se usó hemoglobina de gusanos marinos para retener el oxígeno.

– «Está bien, soy yo» –

Jérôme Hamon entró en el quirófano el lunes 15 de enero. Hacia el mediodía, el equipo médico empezó a preparar los vasos sanguíneos y los nervios del paciente para poder hacer el trasplante, explicó Lantieri.

Luego fue como colocar una máscara con cuidado, uniéndola a todo lo que compone la anatomía compleja de la cabeza. El injerto dio rápidamente señales alentadoras al tomar color.

Hamon salió del quirófano el martes por la mañana tras una operación extraordinaria, cuya realización se filtró a la prensa unos días después.

«La operación responde a una pregunta relacionada con la investigación: ¿se puede volver a hacer un trasplante de cara? Sí, se puede volver a hacer y esto es lo que se obtiene», dijo Lantieri.

Para evitar un rechazo, hubo que «retirar los anticuerpos de la sangre» con una plasmaféresis y «bloquear la producción de esos anticuerpos» con un tratamiento medicamentoso durante «los tres meses anteriores al trasplante», explicó el nefrólogo Éric Thervet.

«Tras el primer trasplante, acepté inmediatamente el injerto. Lo consideré como un nuevo rostro, y ahora es lo mismo», aseguró Hamon. «Si no hubiera aceptado esa nueva cara habría sido un drama. Efectivamente, es una cuestión de identidad (…) Pero ahora está bien, soy yo».

Se han practicado 40 trasplantes de cara en el mundo desde el primero, el de la francesa Isabelle Dinoire, en 2005.

Con información de AFP.

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Internacional papa francisco Papa León XIV vaticano

Robert Francis Prevost, un moderado estadounidense con fuertes lazos con Perú

AFP

Por: AFP

hace 5 días

Robert Francis Prevost, un moderado estadounidense con fuertes lazos con Perú

Robert Francis Prevost llegó a Perú por primera vez como joven misionero agustino y años después partió desde el país andino como obispo rumbo al Vaticano, donde este jueves se convirtió en el primer papa estadounidense, con el nombre de León XIV.

Prevost, de 69 años y que también tiene nacionalidad peruana, llega al trono de San Pedro con una reputación de moderado, crucial en un momento en que la Iglesia aparece muy dividida.

Desde el balcón de la basílica de San Pedro del Vaticano, el nuevo papa instó a «construir puentes» a través del «diálogo», avanzando «sin miedo, unidos, dando la mano a Dios y dándonosla entre nosotros».

«Dios nos ama, Dios os ama a todos, y el mal no prevalecerá», afirmó en su primer discurso, en el que trató de unir y tranquilizar ante un mundo asolado por las guerras.

«Mucho por hacer»

Prevost ha pasado un tercio de su vida en Estados Unidos. El resto entre Europa y América Latina, una de las periferias del mundo de donde también era el argentino Jorge Mario Bergoglio.

El diario italiano La Repubblica lo llamó «el menos estadounidense de los estadounidenses» por la moderación de sus palabras.

La idea de un papa norteamericano estuvo por siglos descartada en Roma, ya fuera por la distancia –estaban tan lejos que normalmente llegaban tarde a los cónclaves– o por decisiones geopolíticas.

Según el sitio especializado Crux, tener un pontífice de la primera potencia mundial hacía temer además que la CIA pudiera meter sus manos en la Iglesia.

Arzobispo emérito de Chiclayo, a unos 750 km al norte de Lima, Prevost obtuvo la nacionalidad peruana en 2015.

Dejó Perú para sumarse al gobierno vaticano, donde dirigió el importante dicasterio para los Obispos, que tiene la destacada función de aconsejar al papa sobre los nombramientos de los jerarcas de la Iglesia.

Tras la muerte de Francisco, Prevost dijo que aún quedaba «mucho por hacer» en la transformación de la Iglesia.

«No podemos parar, no podemos retroceder. Tenemos que ver cómo el Espíritu Santo quiere que la Iglesia sea hoy y mañana, porque el mundo de hoy, en el que vive la Iglesia, no es el mismo que el mundo de hace 10 o 20 años», dijo el mes pasado a Vatican News.

«El mensaje siempre es el mismo: proclamar a Jesucristo, proclamar el Evangelio, pero la manera de llegar a las personas de hoy, los jóvenes, los pobres, los políticos, es diferente», añadió.

Misionero en Perú

Fue uno de los cardenales más cercanos a Francisco, cuyo pontificado generó resistencias dentro de los sectores más conservadores.

Pero al mismo tiempo, su sólida formación en Derecho Canónico tranquiliza en estos círculos que buscan un enfoque más centrado en la Teología.

Prevost nació el 14 de septiembre de 1955 en Chicago y asistió a un seminario menor de la Orden de San Agustín en San Luis como novicio antes de graduarse en Matemáticas en Filadelfia.

Políglota, estudió Derecho Canónico en Roma, donde también obtuvo un doctorado.

Se unió a los agustinos en Perú en 1985 para la primera de sus misiones en el país andino.

Al regresar a Chicago en 1999, fue nombrado prior provincial de los agustinos en esa región estadounidense y posteriormente prior general de la orden en todo el mundo.

Regresó a Perú en 2014 cuando Francisco lo designó administrador apostólico de la diócesis de Chiclayo.

Casi una década después, entró en la curia en sustitución del cardenal canadiense Marc Ouellet, que fue acusado de agredir sexualmente a una mujer y renunció por motivos de edad. Entonces, el difunto pontífice lo nombró también presidente de la comisión pontificia para América Latina.

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