- Como consecuencia del movimiento del 68, comenzaron a fraguar demandas y acciones en torno al papel de las mujeres en la sociedad, la libertad sexual, la tolerancia a la diversidad, el respecto al medio ambiente, la pluralidad ideológica y las luchas por la transparencia y en contra de la corrupción
A cinco décadas de distancia, el movimiento estudiantil de 1968 es aún un símbolo de nuestras luchas y esfuerzos colectivos, aseguró el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue Wiechers, en la instalación del Comité Interuniversitario para conmemorar los 50 años de ese acontecimiento.
Durante su discurso expuso que la conmemoración de ese movimiento «sirve para entender la transformación de nuestra sociedad y el patrimonio de las libertades y derechos edificados durante los últimos 50 años, y de aquellos a los que anhelamos alcanzar».
Agregó que la conciencia social que derivó del movimiento y de la tragedia de Tlatelolco permeó gradualmente en la vida ciudadana y se expresó con la adquisición de nuevos derechos y valores sociales, sin los cuales no se podría entender el México contemporáneo.
Graue Wiechers señaló que en el marco de esta conmemoración se llevarán a cabo actividades culturales durante el resto de agosto y en septiembre próximo, «a fin de plasmar en ellas expresiones y deseo de una sociedad en permanente transformación».
Agregó que la conmemoración es necesaria porque hace 50 años, estudiantes, académicos y trabajadores, en una unión sin precedentes, protestaron contra los excesos e injusticias de un Estado insensible a los vientos de cambio.
El rector de la máxima casa de estudios del país subrayó que como consecuencia de ese movimiento, se comenzaron a fraguar demandas y acciones en torno al papel de las mujeres en la sociedad, así como de la libertad sexual, la tolerancia a la diversidad, el respecto al medio ambiente, la pluralidad ideológica y las luchas por la transparencia y en contra de la corrupción.
A su vez, el director general del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Mario Alberto Rodríguez Casas, destacó que el movimiento estudiantil fue el detonante de la participación social en el ámbito público y político, “lo que hasta nuestros días se traduce en el gran capital de nuestro sistema democrático”.
Agregó que las demandas democráticas de aquellos estudiantes que participaron en ese movimiento representaron «el embrión» de nuevas formas de entender al país y de un futuro donde verdaderamente existieran espacios públicos de participación para todos.
Rodríguez Casas agregó que el legado de movimiento es invaluable porque demostró que los jóvenes tienen toda la capacidad para generar cambios que lleven a la sociedad a mejores estadios de libertad y bienestar, donde se privilegia el diálogo, y sociedad y gobierno caminen por senderos convergentes.
“El mejor homenaje que podemos hacer al movimiento estudiantil, es mantener vigentes sus ideales, la lucha diaria por los derechos humanos y civiles en todos los frentes. A nosotros nos toca dar la batalla en el sector educativo”, expresó el director del Politécnico.
La celebración del 50 aniversario del movimiento estudiantil del 68 contará también con la participación conjunta de El Colegio de México, la Universidad Autónoma de Chapingo y de la Universidad Iberoamericana.
Información: Notimex Imagen: Wikimedia
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