CIUDAD DE MÉXICO.- La iniciativa privada, se está cansando del Gobierno federal. Eventos como los bloqueos relacionados con el conflicto magisterial, han colmado la paciencia de este importante sector.
Tanto que, por ejemplo, han calificado de omisa y negligente la actitud del Gobierno federal que no ha podido frenar los bloqueos, principalmente en Oaxaca, Michoacán, Chiapas y la Ciudad de México.
E incluso el sector patronal interpuso una queja ante la Comisión de Derechos Humanos en contra del Estado Mexicano por incumplir con sus obligaciones.
Además, Coparmex cumplió con la advertencia de llevar a la OCDE la denuncia en contra de legisladores mexicanos por el atraso en la aprobación del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA).
Este desencuentro entre ambas partes ha llegado a tal grado, que Juan Pablo Castañón al frente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), exhortó a que no haya simulación ni paquetes de inmunidad para gobernadores salientes con sospechas de corrupción.
Según expertos, desde 1976 no se daba un desencanto de este nivel.
«En aquella época la política del Gobierno de Luis Echeverría era en contra del empresariado y Juan Sánchez Navarro y otros líderes hicieron manifiesto la voz del sector empresarial», señaló Roberto Sánchez de la Vara, profesor de la Universidad Iberoamericana y expresidente de Canacintra.
El activismo tanto de Juan Pablo Castañón y de Gustavo de Hoyos, presidente de Coparmex, abre una brecha en relación al estilo que imprimió Gerardo Gutiérrez Candiani, expresidente de Coparmex y del CCE, quien estableció una agenda conjunta con el Gobierno federal para impulsar las reformas estructurales.
Pero las diferencias surgieron al momento de la implementación de las Reformas, sobre todo la Fiscal. «Desde el día 1 (de la Reforma Fiscal) estuvimos en desacuerdo», externó Luis Foncerrada, director general del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado.
En términos generales, la reacción empresarial condensa el creciente descontento de la sociedad por la corrupción y la falta de acciones contundentes del Gobierno.
Cifras presentadas por la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), indican que como resultado de los bloqueos llevados a cabo por integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) han costado a las distintas industrias más de mil millones de pesos.
La industria de lácteos informó de una afectación estimada en 300 millones de pesos por incrementos de 20 por ciento en el costo del flete y el pago de dobles operadores.
En acero, las pérdidas ascienden a 700 millones de pesos, pues la toma de vías férreas impidió el transporte de 20 mil toneladas diarias de mineral de hierro y chatarra.
Concamin señaló que hasta junio pasado, el Puerto Lázaro Cárdenas movilizó 535 mil 498 contenedores con cargas agrícolas, minerales, fluidos petroleros y más; sin embargo, en julio su actividad se redujo 24 por ciento por los bloqueos.
En la flota de ferrocarril hay pérdidas diarias equivalentes a 17.5 millones de pesos. Además empresas de Nuevo León estiman pérdidas por alrededor de 20 millones de pesos al día por sobrecostos logísticos.
Por su parte, los cementeros cuantificaron la afectación general promedio para sus socios en alrededor de 800 mil pesos diarios. Los fabricantes de refrescos y bebidas carbonatadas reportaron pérdidas superiores a 140 millones de pesos.
jcrh