* Una pequeña comunidad de apenas 80 personas, vivió cuatro horas de terror, al ser sometidos con armas de fuego durante 4 horas seguidas.

Los hechos habrían ocurrido en una pequeña comunidad de la región de la Montaña Baja de Guerrero.

Ahí, en un poblado indígena conocido como Rincón de Chautla, en donde el número de habitantes apenas llega a 80, se vivió una tarde de terror.

Y es que a decir de los habitantes, tuvieron que enfrentarse a un grupo armado que los tenía prácticamente secuestrados.

De acuerdo con la información, cerca de 150 sujetos pertenecientes al grupo ciminal «Los ardillos», llegaron a punta de balazos.

El brazo armado de «los ardillos», se autonombró “Policía Comunitaria por la Paz y la Seguridad”.

Ellos mantenían cercada a la comunidad de Rincón y a Zacapexco, nos los dejaban salir del pueblo.

Según los habitantes, todo comenzó cuando organizaron una policía comunitaria, pues antes dependían de un solo comisariado ejidal.

Dicho edil, sólo trabaja en función de sus intereses y así obligaba a los pobladores a trabajar para el «crimen organizado».

Hace 10 años que el problema inició entre la comunidad y el grupo delincuencial.

Relatan que hace un mes, se reportó la desaparición de 12 pobladores, 9 de ellos de entre 4 y 17 años: Hasta hoy, no se sabe nada de ellos.

Ante este tipo de injusticias, la población decidió rebelarse ante sus verdugos y se les enfrentaron.

Así, el domingo 27 de enero, se armaron de valor y le hicieron frente a los 150 delincuentes que querían someterlos.

De parte de los «malos» se reportó la baja de 12 sujetos así como varios heridos; del frente de los «buenos», sólo dos heridos.

Autoridades de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias de los Pueblos Fundadores (CRAC-PF), señalaron que el «secuestro» tenía más de un mes.

Al lugar arribaron elementos de la Policía Estatal y del Ejército mexicano, para iniciar las investigaciones.

Aunque les piden su apoyo para resguardar a Rincón de Chautla, pues temen que haya represalias por la agresión.

“Quisieron acabar con nosotros, pensaron que nos iban acabar, pero ya vieron que no nos vamos a dejar”.

La agresión armada duró cerca de 4 horas, en la que resistieron el embate criminal.

Foto: Archivo

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