CIUDAD DE MÉXICO,- La nueva medida para contrarrestar la contaminación ambiental, no será suficiente si no se incentiva la inversión en transporte público y se complementa con programas de reforestación y recuperación de espacios públicos para que las ciudades tengan mayor calidad y mejores condiciones de vida para sus habitantes.
Ante la implementación de la nueva Norma Emergente de Verificación Vehicular para la Megalópolis , el presidente de Coparmex-CDMX, Jesús Padilla Zenteno, alertó sobre el impacto económico que la medida puede generar entre el empresariado y la competitividad del país.
Tras explicar que cualquier inversión no programada genera presión económica extra, Padilla Zenteno precisó que la nueva medida obligará a algunas empresas a invertir en equipos de transporte para las flotillas e incluso la necesidad de adquirir nuevos vehículos, lo que podría derivar en problemáticas dentro del sector.
“No podemos arriesgar la competitividad del país, ni restar movilidad a las empresas, necesitamos que ocurra la transición pero que se dé gradualmente con el acompañamiento del sector empresarial”, expresó Padilla Zenteno.
Convocó al gobierno federal y en específico a la Secretaría de Economía para que lancen un programa de acompañamiento a fin de promover con las agencias automotrices mejores tasas de interés para las empresas que decidan renovar sus flotillas.
El titular de Coparmex-CDMX solicitó a la Secretaría de Hacienda un esquema de incentivos fiscales para que esta inversión inesperada se convierta en aliciente para los empresarios y no en una carga económica mayor.
Consideró indispensable encontrar mecanismos alternativos en tanto la depreciación de las unidades de transporte permite su remplazo; generar programas de subsidio a transporte público para las personas de escasos recursos y hacer una nueva revisión tarifaria acorde a las necesidades de la Ciudad de México.
Respecto a la eficiencia de la nueva Norma Emergente, Padilla Zenteno anticipó que incentivará la compra de automóviles nuevos, principalmente eléctricos e híbridos, que circularán sin restricciones; que si bien, ello beneficiará a la industria automotriz, podría generar mayor tensión al congestionamiento de la Ciudad de México, muy lejos de propiciar una mejor movilidad para el Valle de México pues un aumento de parque vehicular redundará en menores velocidades de desplazamiento.
También recordó que la situación económica de un alto porcentaje de habitantes de la zona metropolitana no les da para la compra de vehículos nuevos por lo que probablemente recurran a la adquisición de dos vehículos con holograma dos, lo que a su vez aumentará los niveles de congestionamiento y contaminación ambiental.
Padilla retomó el ejemplo de lo ocurrido con el boom de autos eléctricos en China donde el problema de contaminación se agravó, motivo por el cual insistió en la necesidad de un Plan Integral de Transporte que considere conexiones, intermodalidad, desarrollo urbano y las diferentes regulaciones en los 6 estados que incorporan la medida.
“La norma emergente tendría que venir acompañada de una fuerte inversión en transporte público, eficiente, eficaz y suficiente para la población”, dijo tras convocar al gobierno de la Ciudad a considerar la revisión a fondo de las fuentes fijas de contaminantes que afectan grandes proporciones del aire de la ciudad.
El representante de los empresarios locales calificó de preocupante que la Norma Emergente de Verificación Vehicular aún contemple los esquemas de Prueba Estática y de Opacidad, donde las revisiones se hacen de forma visual a partir del humo que generan los automotores y dejan la decisión de quienes deberán circular en la opinión del personal que llevará a cabo la revisión, abriendo una gran puerta a la corrupción.
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