*¿Qué tienen que ver Pedro Infante, José Revueltas, Porfirio Díaz y AMLO con la historia de la legendaria cárcel en las Islas Marías?
Prisión sin rejas
El archipiélago de las Marías se localiza en el Pacífico mexicano y funciona como una prisión sin rejas desde 1905, según la biblioteca digital del Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa.
En el portal se destaca que la Isla María Madre es la más grande y tiene una extensión de 227 kilómetros cuadrados.
Cuenta con una altura máxima de 616 metros, «lo que hace de ella un verdadero cerro en el mar. Sal, madera fina y cal son sus riquezas».
Sin embargo, su fama va más allá de ser considerada un paraíso por dichas características, pues este lugar ha sido la prisión de numerosos delincuentes, lo que contrasta con su riqueza natural.
Paraíso de “bandidos”
Además de poseer un entorno natural y diverso, que cautiva a simple vista, las Islas Marías han albergado a prisioneros que van desde ladrones hasta grandes personajes de la cultura mexicana, como el escritor José Revueltas.
En ese lugar estuvo recluido el literato José Revueltas, quien fue capturado por sus manifestaciones ideológicas.
El general brigadier del Ejército Mexicano, Ricardo Martínez Perea, estuvo cautivo en las Marías desde 2012.
A la larga fila se une el asesino serial José Ortiz Muñoz, conocido como «el Sapo», quien fue ingresado en 1960, luego de haber estado en la cárcel de Lecumberri.
Concepción Acevedo de la Llata, conocida como «Madre Conchita»y quien fue acusada de ser la autora intelectual del asesinato de Álvaro Obregón, permaneció en el archipiélago de 1929 a 1940.
Y la lista continúa; el luchador Pancho Valentino, acusado de matar a un padre; Jorge Hernández, «el Guamas» fue el recluso que permaneció más tiempo en ese lugar.
Cronología
La idea de establecer en las islas una colonia penal fue de Porfirio Díaz en 1905.
Para el año de 1920 Álvaro Obregón encarcelaba ahí a opositores políticos de su gobierno.
En 1939, el presidente Lázaro Cárdenas firmó el decreto para que el penal quedara bajo la responsabilidad de la Secretaría de Gobernación.
Durante los años 40 y 50 del siglo XX se permitió a las familias de los presos trasladarse para vivir con ellos en el paradisiaco lugar.
En 1950 se comienza a confinar a los reos más peligrosos, por lo que surge el mito de «la prisión más cruel e inhumana».
De acuerdo con el libro «Las Islas Marías. Historia de una colonia penal», de Diego Pulido Esteva, este archipiélago se mantuvo al margen de la historia hasta el primer lustro del siglo XX.
Culpables e inocentes
De acuerdo con Diego Pulido Esteva, tras la Revolución a «presuntos rateros, monederos falsos y vagos se sumaron militantes de ideologías distintas al mando posrevolucionario”.
Los extremos se tocaron en las playas de María Madre, donde “cristeros y comunistas convergieron cuando Francisco J. Mújica era director”.
Subraya que la prisión fue objeto de escrutinio en la primera novela de José Revueltas, «los relatos en primera persona de la madre Conchita y otros desventurados».
Del mito al cine de oro
El mito de las Islas Marías también encantó al cine mexicano, cuando en la Época de Oro, el director Emilio Fernández realizó una película sobre esta prisión, de título homónimo, y que fue protagonizada por Pedro Infante.
AMLO al rescate
Ahora, en el 2019, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha firmado un decreto para que las Islas Marías dejen de ser prisión y se conviertan en reserva natural.
Asimismo, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) destacó la historia, biodiversidad y riqueza de esta región.
La dependencia explica que con el espíritu de la Cuarta Transformación, el Gobierno de México trabaja en rediseñar la utilidad de las islas para convertirlas en un espacio de conservación, educación ambiental, y formación de niños y jóvenes: regeneración y esperanza.
Detalla que las Islas Marías fueron declaradas Área Natural Protegida con la categoría Reserva de la Biosfera en 2000 y Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco en 2005.
