*Hace un año los desastres causados por el sismo del 8 de septiembre en Juchitán, Oaxaca evitaron la conmemoración del Día de Muertos, sin embargo a un año de los sismos los pueblos se unen para recibir con manjares, flores y veladoras a todos los fieles difuntos

Según la tradición, en la Heroica Ciudad de Juchitán de Zaragoza, Oaxaca, durante el Día de Muertos (Xandu’, en zapoteco) solo se recibe y se puede convivir con aquellos que tienen más de tres meses de fallecidos.

Además, particularmente en este municipio del Istmo de Tehuantepec, se celebra esta fecha el día 30 en la zona sur de la población, mientras que el 31 en la norte. Así, hoy las familias se dieron cita para recordar a aquellos que fallecieron en el sismo de magnitud 8.2 ocurrido el 8 de septiembre de 2017.

Hace un año no pudieron hacerlo, pero hoy prepararon tamales de mole negro, rojo y pipian para colocarlos en grandes ofrendas que se aprecian en las casas adornadas con la tradicional flor de cempasúchil y rosas de diferentes colores.

El altar, como le llama la familia Cuevas, que vive en la Segunda Sección de Juchitán, se empieza a poner desde un día antes, pero en el día de la celebración, los amigos y familiares también llevan cosas: las mujeres, flores y veladoras y los hombres, limosna (en promedio 100 pesos), para poder cubrir los gastos de la ofrenda.

Se nota cuando una casa esta recibiendo a los difuntos y cualquiera puede entrar, ya que la entrada está decorada con plantas platano que dejan caer sus racimos, asi como cañas y diversas frutas de la región.

Cuando hay esta decoración en las casas, los vecinos y amigos se acercan desde el amenacer y hasta el anochecer para convivir un rato con los muertos, quienes solo los visitan en esta temporada.

La familia Cuevas ya ha recibido este día a 22 invitados, sin embargo, el día no ha terminado y esperan a otros 100 más, para quienes prepararon 300 tamales de mole rojo y un rico atole.

A los hombres se les ofrece la comida ahí mismo, pero a las mujeres se les pone para llevar, esa es una tradición milenaria del pueblo juchiteco que se ha ido perdiendo con el pasar de los años.

A diferencia de Juchitán, en otras regiones del país se celebra el Día de Muertos los días 1 y 2 de noviembre. Para ello se coloca un altar, que consiste en una de las tradiciones de mayor relevancia en el país y es una de las expresiones culturales más antiguas e importantes entre los grupos indígenas.

Esta celebración es considerada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) como parte de las Obras Maestras del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad desde 2003 e inscrita en la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2008.

Información e imagen: Notimex

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