CIUDAD DE MÉXICO,-  En 2016 la economía global registrará desaceleración, arrastrada por el crecimiento mínimo de China y la consecuente caída de los precios de las commodities (bienes genéricos), que mantendrán una tendencia a la baja hasta 2021.

Eduardo Loría Díaz, de la Facultad de Economía (FE) de la UNAM, dijo que Argentina, Brasil, Ecuador, Venezuela y otras naciones emergentes que destinan gran parte de sus exportaciones al gigante asiático serán las más afectadas. El coordinador del Centro de Modelística y Pronósticos Económicos (CEMPE), advirtió que las economías que presenten balances positivos en los próximos años lo harán por debajo del promedio histórico.

“Los pronósticos para México apuntan a un crecimiento estimado de entre 2.2 y 2.5 por ciento”, destacó Loría Díaz en la LII Reunión Trimestral del CEMPE.

Para 2017 se prevé que la economía nacional se incremente un tres por ciento, como punto máximo. Los próximos meses estarán marcados por la fluctuación de la producción industrial de Estados Unidos, que dependerá de la política monetaria que defina la Reserva Federal, adelantó.

La tasa de desempleo en México es de 3.7 por ciento, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). En contraste, el mercado laboral se precariza, con el aumento del número de personas que reciben menos de dos salarios mínimos, en comparación con el año pasado.

Loría, también tutor de maestría y doctorado en el Programa de Posgrado en Economía de la UNAM, explicó que la exportación de automóviles ha ido en ascenso, lo que evita la caída de la actividad manufacturera mexicana.

La Reserva Federal podría elevar su tasa de interés en los próximos meses, debido al incremento de la tasa de desempleo y un aumento de la fuerza laboral en EU, como no se había dado en años, planteó el académico.

En referencia al tipo de cambio, señaló que éste no se estabiliza y el peso se deprecia, a pesar de la recuperación de los precios de la mezcla mexicana (del petróleo).

Por primera vez en mucho tiempo, los tres tipos de inflación —general, subyacente y no subyacente— están dentro de los objetivos del Banco de México, entre cuatro y dos puntos, concluyó Loría Díaz.

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