MÉXICO.- El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), organismo el Estado, encargado de manejar las estadísticas oficiales en México cambió su método para medir la pobreza y de inmediato surgieron las suspicacias y las críticas de analistas y dirigentes políticos.
La nueva forma de contar a las personas con menos recursos generó el temor de que se manipulen las cifras a menos de dos años de las elecciones presidenciales del 2018.
De acuerdo con Luz María Valdés, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), este cambio puede incluso calificarse como «corrupción estadística».
Valdés definió a este concepto como «la alteración de la información para propósitos de desvío de la atención de la sociedad» a fin de «hacer invisibles situaciones no gratas».
«Esta situación cuestiona la autonomía del INEGI y temo que ésta institución se está convirtiendo en un instrumento a la medida de las necesidades del gobierno, lo cual se traduciría en el ocultamiento de la realidad nacional», afirmó.
El Secretario de Desarrollo Social, Antonio Meade, salió en defensa del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el centro de la disputa, bajo el argumento de que en el país la pobreza está «sobre-representada». El Congreso llamó a comparecer al titular del INEGI Julio Santaella, recién estrenado en su cargo, para explicar los motivos de este cambio, que algunos sospechan busca «maquillar las cifras», así como a otros involucrados en el tema. El INEGI, que depende del gobierno pero goza de autonomía propia, gozaba de una amplia credibilidad a nivel nacional e internacional, pero ahora este privilegiado estatus ha quedado en entredicho con la adopción de esta nueva fórmula.
El cambio en la encuesta para medir la pobreza radica en que en los hogares que no reportan ingresos, se les hacen más preguntas a las familias para determinar cómo hacen para vivir. Además se modificó la muestra de personas a quienes se practicó el sondeo y varió la cantidad de veces que se visitó la misma casa. Por ello, especialistas acusaron al gobierno de pretender darle un «lifting» a las cifras pues con el nuevo esquema un informe reciente proclama un aumento del 11,9% en el ingreso de los hogares entre 2014 y 2016 y de 33,6% en el de los más pobres en un solo año.
Ricardo Anaya, dirigente del Partido Acción Nacional (PAN), señaló que «sería muy grave que el gobierno intentara maquillar las cifras de medición de la pobreza con fines políticos». El INEGI argumenta que los informantes de familias pobres «tienden a declarar menos de lo que realmente reciben».
Anaya sin embargo estima que un aumento del 33% en el ingreso en los hogares en los dos últimos años parece irreal «y no corresponde con la realidad que viven y padecen a diario millones de familias mexicanas».
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), organismo independiente que elabora informes sobre la pobreza en el país para el gobierno, señaló que estas cifras chocan con relevamientos anteriores.
«Está bien mejorar los métodos para medir la pobreza pero en un país como México, con una historia de desconfianza en las cifras, cualquier mejora en cualquier indicador debe hacerse con planeación, apertura y comunicarse a tiempo», dijo Gonzalo Hernández, secretario ejecutivo del Coneval.
El cambio en la forma de medir la pobreza coincidió con la llegada en enero pasado de Julio Santaella como presidente del INEGI, a quien se vincula con el Secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray.
El último reporte del Coneval, difundido hace un año, reveló que entre 2012 y 2014 aumentó la cifra de pobres en 2 millones de personas en situación de pobreza, de 53.3 a 55.5 millones de personas, que representan casi la mitad de la población total. La «buena noticia» según este análisis es que las personas en pobreza extrema se redujeron de 9.8 a 9.5%, según este informe. Por lo pronto, la controversia ya tuvo su primera consecuencia: la renuncia de Miguel Cervera, director general de Estadísticas Sociodemográficas del INEGI, debido a que se le responsabiliza de los cambios en el método para contar a los pobres.
jcrh