No todo es miel sobre hojuelas, durante las relaciones sexuales también se pueden generar diversas lesiones, así que ten cuidado. A continuación te dejamos algunas de las más comunes que se pueden generar.

Desgarro vaginal
Esta es la lesión sexual más común de todas. Una forma fácil de detectarla es si sangras mucho o si sientes bastante dolor.

La solución: La razón por la que pasa esto es porque no estás lubricada, así que la solución es muy simple: asegúrate de estar lo suficientemente húmeda antes de que ‘su amiguito’ entre. Esto puede significar ir más lento durante el sexo, o simplemente usar lubricante.

Algo atorado
Los dos “objetos extraños” más comunes que los ginecólogos encuentran son tampones olvidados  y los condones perdidos.

La solución:  Lo mejor que puedes hacer es esperar de 10 a 15 minutos después de haber tenido sexo. Ese es el tiempo que le toma a tu vagina volver a su estado y tamaño normal, y es mucho más fácil sacar algo en su estado natural. Luego, relájate y mete dos dedos para tratar de sacar lo que se te atoró. Si no puedes, corre al doctor y él te ayudará.

Raspones
Si te mueves bruscamente y con fuerza puedes rasparte o incluso quemarte la piel debido a la fricción con el piso o con el colchón.

La solución: Lava la zona afectada con agua fría y jabón antibacterial. Si la piel está muy lastimada, límpiala con un antiséptico y ponte crema antibacterial antes de ponerte una venda. Claro, lo más recomendable es prevenir que esto te pase poniendo algo suave si vas a tener sexo en una superficie dura.

Lesión de espalda
Los movimientos complicados y arriesgados muchas veces causan estragos en tu espalda.

La solución: Pon una bolsa de hielo en la espalda baja para aliviar la inflamación. Luego, cuando la inflamación disminuya, usa una almohada térmica para calmar los músculos. Por último, tómate un antiinflamatorio y descansa un par de horas.

Infección en las vías urinarias

Cualquiera que haya tenido una de éstas sabe que duelen mucho. Y, por desgracia, puedes adquirirlas por tener demasiado sexo.

La solución: Lo mejor que puedes hacer es asegurarte de que estás lo suficientemente lubricada todo el tiempo, ya sea usando un lubricante o diciéndole a tu chico que no entre muy rápido. Eso ayuda a prevenir que te rasgue o irrite.

Fuente: Cosmo en español