MÉXICO.- Dar luz verde a la Ley de Seguridad Interior, es abrir la puerta a la militarización de la seguridad pública, de acuerdo con Jan Jarab, representante en México del alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

Tras asegurar que su oficina no tiene un sesgo ideológico contra las Fuerzas Armadas, advirtió que 10 años de paradigma militar dejaron evidencia negativa, con violaciones de derechos humanos y repunte de la violencia.

Estamos preocupados con la intención de adoptar una ley de este tipo porque, según nuestra opinión, va en contra de la necesidad, varias veces admitida por las propias autoridades, de salir del paradigma militar. De reconstruir las corporaciones policiacas y de adoptar un modelo distinto de seguridad pública mexicana”.

Desde su punto de vista, el Poder Legislativo debe cuestionarse por qué no hay mayor presupuesto para las Policías y prevención; por qué no hay legislación sobre desaparición y tortura, o por qué no se inició la discusión legislativa sobre el uso legítimo de la fuerza.

Por otro lado y en concordancia con lo expresado por algunos políticos mexicanos, el mantener a las Fuerzas Armadas en las calles, lo único que hace, es dar un pretexto a los estados para lar largas a la  profesionalización de sus policías, al tiempo que los impulsa a delegar sus funciones a la Federación.

jcrh