Los peñabots no existen y jamás “han existido”. La Presidencia de la República no ha registrado erogaciones para “promocionar contenido” en redes sociales. Además, es el propio Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, quien maneja sus cuentas cibernéticas y no hay nadie ni ningún equipo contratado para auxiliarlo.
Dicha aclaración fue hecha por el Comité de Información en 2017, cuya acta (OPR/CT/ISO/2017) se encuentra en el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI).
Pero los peñabots”, esas (tantísimas) cuentas que pretendían derribar tendencias negativas o posicionar algunas a favor del Gobierno, no sólo se han notado en México; sino que han sido detectados desde la academia extranjera.
Según un estudio de la Universidad de Oxford, titulado Troops, Trolls and Troublemakers: A Gloval Inventory of Organized Social Media Manipulation, México está entre 29 países que utilizan cibertropas o “ejércitos de bots” para influir en las principales redes sociales como Twitter, Facebook y hasta Instagram. Se trata de naciones con Gobiernos democráticos o unipersonales, así como religiosos.
“En México también existen tropas cibernéticas patrocinadas por el Gobierno que atacan a periodistas y provocan la desinformación en los medios de comunicación; estas tropas usan una combinación de la automatización e interacción humana”, se lee en el estudio.
La investigación, aún presente en Wikileaks, fue dirigida por Samantha Bradshaw y Phillip N. Howard. En su presentación, los autores describieron el modus operandi de las cuentas falsas que es casi el mismo en cada país.
“(Los bots) promueven agendas (como en Serbia), la difusión de información favorable a los gobernantes (como en Vietnam) o automatizan un software que imita el comportamiento de los humanos (entre ellos Argentina, Filipinas, Rusia, Turquía, Venezuela y México)”, asentaron en su trabajo.
Los reconozcan o no, en México, ha quedado perpetuada la manera en que cientos de cuentas lograron bajar la etiqueta “IFAI” que aludía al traspié del Presidente cuando no pudo decir el nombre completo del Instituto (hoy INAI) en 2013.
También cómo cada noche del Grito del 15 de septiembre la tendencia “acarreo” era derrumbada. Además de los 60 mil mensajes a favor de la Reforma Energética que -según Carlos Páez, director de la aplicación Mesura-, sólo fueron posibles a través de peñabots.
Con información de SinEmbargo.
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