PARÍS, Francia.- Emmanuel Macron y Marine Le Pen, se disputarán la presidencia de Francia este próximo 7 de mayo en la segunda vuelta de las elecciones galas. En un país que se dice ávido de un cambio político, ambos se presentan como el «el candidato de la renovación» con la promesa de llevar al país a un futuro antagónico.
Macron, prácticamente novato en la política, desconocido de los franceses hace unos pocos años, creó solo «¡En Marcha!», un movimiento «ni de derecha ni de izquierda». Marine Le Pen, en cambio, heredó la dirección del Frente Nacional (FN), que su padre cofundó en 1972.
Cualquiera de los dos que resulte ganador, ciertamente no tendrá una tarea sencilla… Francia pasa por una crisis de identidad con una alta tasa de desempleo y una amenaza terrorista latente como telón de fondo, ambos se reivindican como «patriotas».
Bajo el eslogan «en nombre del pueblo», Le Pen, una abogada de 48 años, afirma ser la candidata de los «patriotas contra los mundialistas». Macron, 39 años, se presenta como el «candidato de los patriotas contra los nacionalistas».
En sus mítines, en los que ambos atraen a multitudes, sus partidarios ondean con entusiasmo la bandera francesa y entonan el himno nacional (La Marsellesa) al final de sus discursos. Ambos candidatos citan en sus discursos al general Charles de Gaulle, héroe de la resistencia francesa bajo la ocupación nazi, exaltan la historia de Francia, su cultura y sus glorias.
Y los dos llamaron a terminar con la alternancia en el poder entre los dos grandes partidos tradicionales, los socialistas y los republicanos, que dominan la política francesa desde hace más de medio siglo.
Sin embargo, mientras ella llama a poner fin a «la derecha y la izquierda del dinero», él ha optado por calificarse como alguien «ni de derecha ni de izquierda». Curiosamente, los dos se disputan la etiqueta de «antisistema».
con información de AFP
jcrh