CIUDAD DE MÉXICO.- «México es un país enormemente machista», señala Marcela Lagarde y de los Ríos, académica, antropóloga e investigadora mexicana, especializada en etnología y representante del feminismo latinoamericano. Debido a esta forma de ser, eventos y temas como la violencia política, obstétrica y los feminicidios no podrán legislarse a fondo.

Durante su participación en el foro «Por los derechos humanos de las mujeres y niñas, hagamos lo que nos corresponda» la especialista señaló que la gente se pregunta por qué sigue habiendo feminicidios, y aclaró que hasta hace apenas pocos años comenzó a utilizarse el término pues a nadie le importaba los homicidios contra niñas y mujeres.

Lagarde de los Ríos, hace unos años saltó a la notoriedad, por haber acuñado el término feminicidio, con relación el elevado número de muertes de mujeres, ocurridos en Ciudad Juárez.

Hoy en día y gracias a sus esfuerzos por dar a conocer estos crímenes de odio, este término ya se encuentra en el código penal federal, así como en el de algunos estados. Sin embargo, debido a la mentalidad machista del país, se siguen presentando obstáculos para poder legalizar de manera correcta la violencia contra las mujeres.

Puebla, desde su punto de vista, es una ciudad machista, la mayor parte de las mujeres se mantienen en el silencio, no opinan en torno a los temas de violencia contra las mujeres y lo que se ve es esta cultura misógina.

La también candidata del Partido de la Revolución Democrática a la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México, manifestó que hay una iniciativa presentada por la senadora del PRI por Puebla, Lucero Saldaña Pérez, en contra de la violencia política hacia las mujeres, pero no les va a interesar a legisladores, quienes no son reconocidos precisamente por estar a favor de la igualdad entre mujeres y hombres.

La catedrática de la UNAM, comentó que la senadora Lucero Saldaña, junto otros legisladores entre ellos Enrique Jackson, propusieron la Ley de Igualdad, misma que no había en el país pero hubo obstáculos, ya que incluso, quisieron modificar la propuesta original.

Marcela Lagarde indicó que la Ley General de Acceso a las Mujeres a una vida libre de violencia, tardó tres años de una legislatura ya que muchos legisladores no estaban convencidos de que debiera haber una ley específica contra la violencia hacia las mujeres y las niñas, ellos se opusieron.

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