CIUDAD DE MÉXICO,-  Los Módulos de Seguridad Pública y Participación Ciudadana se han convertido en un “elefantitos blancos”, ya que su creación en 2007 fue con la intención de fomentar la construcción del tejido social en el marco de un entorno seguro para los vecinos, de manera lamentable los módulos han perdido el espíritu original que los animaba,

Raymundo Martínez Vite, del Grupo Parlamentario de Morena en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), explica que antes solían utilizarse como talleres de globoflexia, de bordado y tejido, o como salón para dar clases de baile, o bien de ballet para niñas, aunque los únicos talleres que ahí pueden impartirse deben enmarcarse en los temas de seguridad y educación cívica.

Por cierto, según información de los vecinos, dice Martínez Vite, dichas lecciones suelen cobrarse a los ciudadanos. Y como también ocurre con las casas de cultura de la ciudad, éstas y algunos módulos han privatizado sus servicios, tendencia que da cuenta de cómo el lucro ha permeado todos los ámbitos del Gobierno de la ciudad, subraya el legislador. También se evidencia cómo algunos funcionarios de mediano rango hacen de las suyas al cobrar “cuotas” a los ciudadanos, lo que además de ser ilegal es inmoral.

Siendo esto malo, no es lo peor, agrega el diputado de Morena, pues en sinnúmero de casos los módulos acusan severos daños, algunos se encuentran semidestruidos y en el abandono, y otros, ante tal situación, se han convertido en refugio de adictos y delincuentes. Y subraya: Basta con darse una vuelta por algunos de los módulos para corroborar su triste situación.

De acuerdo con información de la Secretaría de Seguridad Pública de la capital, de los 520 módulos que hay en la ciudad, 497 se encuentran en operación. “Me parecen muchos”, dice al respecto Martínez Vite, porque he podido constatar, en diversos rumbos de la metrópoli, la ruinosa situación de aquéllos.

Asimismo, según la referida dependencia, cada módulo debe contar con la presencia de uno o dos elementos policiales.

Pero tampoco esta disposición se cumple, como lo pueden constatar millones de ciudadanos que circulan por las arterias cercanas a estas construcciones, señala Martínez Vite, quien agrega: Las anomalías en los módulos no son en modo alguno novedosas. En anteriores legislaturas locales varios diputados exigieron cuentas claras a los responsables de la seguridad en la ciudad, sin que sus requerimientos fueran atendidos.

En consecuencia, el legislador de Morena demanda a los secretarios de Desarrollo Social y de Seguridad Pública, José Ramón Amieva e Hiram Almeida Estrada, que informen sobre la situación en que se encuentran los módulos, así como las causas por las que tantos de ellos han sido abandonados y terminado por convertirse en “elefantitos blancos”.

Pero no todos han sido malos manejos y fracasos, acota. En años pasados, los módulos obtuvieron resultados positivos y, en efecto, contribuyeron a disminuir los índices delictivos.

Entonces, reitera Raymundo Martínez Vite, es indispensable rescatar su espíritu original para ponerlos al servicio de la ciudadanía. Es decir, recuperar el objetivo por el cual fueron creados: impulsar la convivencia y comunicación entre vecinos, en un marco de seguridad y digna calidad de vida.

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