CIUDAD DE MÉXICO,- Construir gobierno y ciudadanos en franca convivencia que permita ejercer derechos y obligaciones, así como crecimiento y desarrollo de la sociedad capitalina donde prevalezca el espíritu de la nueva Constitución Política de la Ciudad de México.

La diputada local del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Janet Hernández Sotelo, dijo que el trabajo que el Constituyente ha iniciado rumbo a la consolidación de la primera Carta Magna de la CDMX debe recoger el sentir de cada sector de los habitantes capitalinos y plasmar en este documento que regirá la vida de cada ciudadano los lineamientos que trazaran el rumbo de un futuro prometedor para las nuevas generaciones, expresó la asambleísta.

Hizo un llamado a dejar a un lado las diferencias ideológicas y realizar un trabajo fino que construya el entramado de una real Constitución que pase a la historia por sus aciertos y certeza y no por envidias, errores y diferencias.

Además de los derechos y deberes se debe trabajar también en el ejercicio democrático de la Ciudad, la participación y representación de los habitantes capitalinos y a distribución equitativa del poder que se ejerce desde los tres poderes, legislativo, ejecutivo y judicial.

Tener también, agregó, un trabajo adecuado con los organismos autónomos, delimitar las funciones de las demarcaciones territoriales y sus alcaldías a través de los buenos gobiernos que se ejerzan por medio de una adecuada administración, pero sobre todo privilegiando el combate a la corrupción que puede dañar a las instituciones.

Hizo votos porque en estos trabajos iniciales del Constituyente se escuchen las voces de los más desprotegidos porque es tarea de las instituciones velar por sus derechos y necesidades. Además Hernández Sotelo dijo que los asambleístas estarán pendientes del trabajo y resultado del Constituyente para que se haga realidad una verdadera Constitución.

Para la diputada perredista, una de las prioridades por las que ha luchado es el tema del agua, consolidar el derecho humano y bien público en la Carta Magna ya que sin el vital líquido se podría agudizar el problema que llevaría a grandes diferencias entre la sociedad.

Por ello se pronunció porque el Constituyente reconozca la necesidad de tener escrito ese derecho humano y por consecuencia que los gobiernos local y federal se vean obligados a otorgar los recursos necesarios para evitar la escasez del vital líquido, así como el poder legislativo dirija más dinero a la renovación de la red hidráulica en la Ciudad que ya concluyó su vida útil.
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