* Uno de los nuevos Nobel de Economía dijo que «no lo quería».
El 50º premio Nobel de Economía fue atribuido este lunes a los estadounidenses William Nordhaus y Paul Romer por integrar el cambio climático y la innovación tecnológica al crecimiento económico, aliando así clima, innovación y economía.
Los dos premiados «han desarrollado métodos que abordan algunos de los desafíos más fundamentales y apremiantes de nuestro tiempo: combinar el crecimiento sostenible a largo plazo de la economía global con el bienestar de la población del planeta», indicó la Academia Real de Ciencias de Suecia.
Sus trabajos se basan en los del keynesiano Robert Solow, Nobel de Economía 1987, que investigó el impacto del progreso técnico en el crecimiento.
Contactado por teléfono por la academia, William Nordhaus denunció «las políticas desastrosas de la administración (del presidente estadounidense Donald) Trump», que decidió retirarse del acuerdo de París sobre el clima en junio de 2017.
Paul Romer, un investigador de 62 años y execonomista jefe del Banco Mundial, ha sentado las bases del «crecimiento endógeno» desde 1986, mostrando cómo la innovación y el progreso técnico participan de manera significativa en el crecimiento, un modelo adaptado, en las investigaciones de William Norhaus, a la innovación verde y la idea de un crecimiento sostenible.
«Muchos creen que la protección del medio ambiente es tan costosa y difícil de llevar a cabo que prefieren ignorar el problema, o incluso negar su existencia», declaró a la academia Romer.
«Podemos realmente realizar progresos sustanciales para proteger el medio ambiente sin por ello renunciar a garantizar un crecimiento duradero», agregó el actualmente profesor en la Stern School of Business de la Universidad de Nueva York (NYU), quien admitió que no deseaba recibir la emblemática llamada.
«Tienes derecho a tu opinión, pero no a tus propios hechos», sostuvo horas después en una conferencia de prensa en Nueva York.
«No lo quería, pero lo acepto», dijo que respondió al representante del Comité Nobel que lo llamó temprano en la mañana.
Después de pasar por las universidades de Rochester (Nueva York), Chicago y Berkeley (California), Paul Romer se incorporó a la NYU en 2011 para trabajar sobre el tema de la urbanización y el crecimiento de las ciudades.
«Me alegré cuando pregunté si alguien más había recibido el premio», y supo que se trataba de Nordhaus, «porque Bill es un colega y una persona fantástica», confió Romer.
– Calentamiento global-
Nordhaus, de 77 años, profesor en la Universidad de Yale, se ha especializado en la investigación de las consecuencias económicas del calentamiento global.
Fue el primero en los años 1990 en establecer el modelo sobre el vínculo entre actividad económica y clima, introduciendo teorías y experiencias procedentes de la física, la química y la economía, según el jurado.
Nordhaus ha «integrado el cambio climático en el análisis macroeconómico a largo plazo», explicó el jurado del Nobel.
Estas investigaciones sirven actualmente para predecir o cuantificar las consecuencias de las políticas climáticas, por ejemplo la tasa carbono.
La entrega de este galardón coincide con la publicación de un informe de 400 páginas de los expertos sobre cambio climático de la ONU (IPCC) que describe efectos catastróficos del calentamiento, incluida la amenaza de aumento desenfrenado de la temperatura más allá del 1,5% en comparación con los niveles preindustriales: olas de calor, extinciones de especies o desestabilización de los casquetes polares, fuente de aumento del nivel de los océanos a largo plazo.
Para los expertos en clima, las emisiones de CO2 se reducirán drásticamente para 2030 (-45% respecto a la actualidad) y el mundo alcanzará una «neutralidad de carbono» en 2050 (o dejar de lanzar a la atmósfera más CO2 que no pueda eliminarse), para mantenerse a 1.5° C.
«Las medidas que debemos tomar no habrían sido tan difíciles si hubiéramos comenzado antes», dijo Nordhaus, quien aboga por una tasa carbono uniforme, e impuesta a todos los países para reducir las emisiones de gas con efecto invernadero en la atmósfera.
Los países recalcitrantes que no quisieran sumarse a este «club del clima» serían sancionados a través de barreras aduaneras, por ejemplo.
Así, 10 años después de la quiebra del banco Lehman Brothers, «gente como Nordhaus y Romer muestran que hay otros factores de crecimiento además del capital financiero, como la innovación y el hecho de tomar en cuenta el cambio climático», comentó a la AFP Ludovic Subran, jefe de investigación macroeconómica de Allianz.
Los dos economistas premiados ya figuraban desde hace años en la lista de posibles ganadores del Nobel.
El último galardón creado por la Academia sueca celebra este año su quincuagésimo aniversario. Creado en 1968 para celebrar el 300 aniversario del Banco de Suecia, es el premio más prestigioso para un investigador en economía.
Cierra una edición del Nobel 2018 que no contó con su premio literario debido a su postergación por la Academia sueca, debilitada por un escándalo de abusos sexuales y de fuertes divisiones internas.
Información e imagen: AFP
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