CIUDAD DE MÉXICO,- El aumento del 20 por ciento -más de dos pesos por litro- a las gasolinas y el diésel anunciado por Hacienda, que entrará en vigor a partir del primero de enero, habrá de impactar en la inflación a productores y toda la cadena de valor que se mueve a través del transporte carretero y al consumidor final.
Los actuales gobernantes se mostraron ufanos por el incremento -(¿decremento?- al salario mínimo, sin embargo el «mega gasolinazo» es un factor negativo que habrá de sumarse a la deteriorada imagen presidencial que sin duda junto con el PRI y el llamado Pacto por México; tienen al país al borde de la crisis.
La repercusión se reflejará tanto en el transporte como en la economía misma, Peña ha derramado el vaso con la «fantasía» y la «mentira piadosa» de la gasolina barata. Como el Gobierno federal eliminara el subsidio a las gasolinas tanto la clase baja como al media, saldrán perjudicadas. Y la coincidencia es única: encareció los combustibles con el elevado impuesto del IEPS que, sumado a otros impuestos, da un total de seis pesos por cada litro de gasolina que van para la recaudación fiscal
Ayer, Manuel Herrera Vega, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (Concamin), dijo a través de un comunicado que el gasolinazo generará “más presión a los costos que enfrentan los productores de todos los sectores productivos del país”.
“Los industriales del país reciben con inquietud esta noticias, pues estamos concluyendo un año 2016 de nulo crecimiento en el conjunto de la industria mexicana, prevemos un panorama complicado para 2017 y estas noticias vienen a reafirmar que será un año complicado para la industria mexicana”, dijo el industrial.
Herrera Vega pidió al Gobierno federal que se cumpla una de las promesas de la Reforma Energética: incentivar el fortalecimiento de las empresas mexicanas, la generación de empleos y el dinamismo de las compañías.
“Fue una fantasía el decir que los precios de las gasolinas se iban a bajar. Esas son cosas políticas, las gasolinas baratas se acabaron”, afirmó Juan Pablo González Córdoba, presidente de la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros (Amegas), en entrevista con este medio digital.
De acuerdo con los analistas políticos consultados, los partidos de oposición que formaron parte del Pacto por México, instrumento que materializó las reformas estructurales del Presidente Enrique Peña Nieto, deberían asumir su responsabilidad en las decisiones que se tomen en torno a la Reforma Energética, sin embargo no lo harán y culparán al PRI del impacto por el “mega gasolinazo”.
“La responsabilidad es parcial, porque el Gobierno en 2015 prometió que no habría incrementos ni en la luz eléctrica, ni gasolinas. Esta medida de los gasolinazos se viene a sumar a la maltrecha imagen del Presidente”, dijo Ivonne Acuña Murillo, académica del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana (UIA).
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