![PAN, PRI y la corrupción](https://digitallpost.com.mx/wp-content/uploads/2016/05/digitallpost_leyesanticorrupcion-1024x683.jpg)
MÉXICO.- Esta semana, los diferentes partidos políticos dejarán ver si en verdad están comprometidos para resolver el problema de la corrupción en México.
El Partido Acción Nacional (PAN), gran ganador de la pasada jornada electoral del 5 de junio, se vio beneficiado, capitalizando e hartazgo de los electores con relación precisamente a la corrupción existente en los gobiernos estatales. Pero, ¿en verdad está determinado a combatir este mal?
La sociedad civil organizada ha presentado una iniciativa popular, firmada por más de 600 mil personas, para que todos los funcionarios del país —federales, estatales y municipales— hagan públicas sus declaraciones patrimoniales, impositivas y de conflictos de interés: la llamada “ley tres de tres”. Además, los expertos han sido muy claros que se requiere una fiscalía nacional anticorrupción autónoma y con los dientes necesarios (recursos legales, financieros, materiales y personales) para perseguir judicialmente a los funcionarios que se enriquecieron ilegalmente abusando de su poder.
Ésos son los dos puntos torales de la legislación anticorrupción: tres de tres más fiscalía poderosa. Si el PAN de verdad quiere combatir la corrupción y diferenciarse del PRI, pues entonces sus legisladores tendrán que presionar todo lo que puedan para que así quede la ley que salga esta semana del Senado y pase a la Cámara de Diputados.
El PRI también tiene la oportunidad de enviar una señal poderosa de que entendió el mensaje del electorado. Pero en su horizonte inmediato la derrota en la jornada electoral se debió al apoyo del presidente Peña Nieto a los matrimonios entre homosexuales y a la descriminalización de la marihuana.
La realidad es que el asunto principal que movió al electorado fue los malos gobiernos —ineptos, autoritarios y/o corruptos— que tenían hasta la coronilla a los ciudadanos.
¿Quiere pasar Peña a la historia como un Presidente reformador? Pues tiene que bregar, como lo hizo los dos primeros años de su sexenio, ejerciendo el liderazgo de su partido y convenciéndolo de que las leyes anticorrupción son condición necesaria para ganar en 2018. Peña tiene que dejar a un lado su cantaleta que la corrupción es cultural (a lo mejor porque es más cultural en el Estado de México que en el resto de la República) para convertirlo en un asunto institucional. Es la mejor manera de lavarse la cara por sus propios escándalos: evitando que haya más casas blancas en el futuro. La receta está en la construcción de instituciones.
con información de agencias
jcrh