Hace ya más de cien años que el escritor irlandés y premio Nobel de literatura en 1925, George Bernard Shaw, dijo que “Todas las autobiografías son mentiras deliberadas. Ningún hombre es lo suficiente malo para decir la verdad acerca de si mismo, de su familia, de sus amigos y de sus colegas”. La cita viene a cuento porque doña Margarita Zavala de Calderón acaba de lanzar su libro autobiográfico “Margarita, mi historia” que puede llegar a convertirse en una de los textos más sobrios y escuetos que en materia política se hayan escrito. La razón es muy sencilla: no tiene mucho de qué hablar, instruir o aportar en el tema. La señora Zavala en su lucha por obtener la candidatura presidencial del Partido Acción Nacional para el 2018, está imitando a su esposo, Felipe De Jesús Calderón, quien en 2006 en torno a su campaña presidencial publico la obra “El hijo desobediente”.
La autora ha hecho una buena labor para publicitar su escrito y se ha hecho entrevistar en diversos medios y por todos lados aparecen anuncios y promocionales para darlo a conocer. En anterior contribución para Digitallpost expresamos que Margarita Zavala es una dama admirable como madre, como esposa y que su conducta en lo social es impecable, que no ha protagonizado ningún escándalo ni siquiera menor.
Pero de ahí a tener la experiencia, las credenciales y los atributos que se requieren para ocupar la Presidencia de la República hay siglos de diferencia. Su curriculum político es muy breve: Fue diputada local en la Asamblea Legislativa de la ahora Ciudad de México de 1994 a 1997 y diputada federal de 2003 a 2006. En ambos casos fue electa por la vía plurinominal, es decir sin hacer campaña, y en las dos ocasiones fue por recomendación y dedazo de su marido. Su actuación como legisladora fue bien discreta pues no se vio mucho por la tribuna ni presentó ninguna iniciativa de su autoría. En su partido ha ocupado algunos cargos importantes pero no de primer nivel. Eso sí fue la Primera Dama de este país de 2006 a 2012 y lo hizo con dignidad y decoro dignos de elogio.
Por otro lado es licenciada en Derecho de la prestigiada Escuela libre de Derecho, Alma Mater de infinidad de políticos panistas, y fue profesora de la Universidad Iberoamericana en 1992-1994. Pero como se puede ver su historial no le alcanza para aspirar a tan alta responsabilidad y más bien se trata de un intento de reelección de Felipe Calderón que han venido fraguando y que ha contribuido a la división interna que se vive en el partido del bien común.
Doña Margarita ha venido justificando su ambición diciendo que “pesa tanto mi carrera como mi estancia en Los Pinos”, lo que fue duramente criticado por Rafael Moreno Valle, otro de los aspirantes a la candidatura presidencial azul, quien dijo que “quienes siempre han sido candidatos plurinominales no tienen la misma experiencia o posibilidades de triunfo como yo que siempre he participado de mayoría con resultados históricos”. Agregó que no cree en las encuestas y que Margarita es solo la más conocida, pero eso no quiere decir que tenga la fortaleza y la capacidad de atraer los votos.
Margarita ha sido víctima de los comentarios y las acciones tanto de Gustavo Madero como de su otro adversario por la candidatura Ricardo Anaya, quienes por lo pronto le negaron recientemente una candidatura a diputada federal plurinominal. Pero no son los únicos ya que existen varias corrientes dentro del panismo que opinan que su principal problema es su propio marido y el mal gobierno que encabezó y por los trapitos que día con día le aparecen al expresidente.
También recuerdan los panistas la dolorosa derrota que sufrió Josefina Vázquez Mota al postularla como su primera mujer candidata a la presidencia. Tampoco la ayuda la victoria electoral de Trump sobre Hillary, a quien tanto apoyo Margarita y hasta nos hizo creer en una relación directa que tenía con la candidata demócrata. La preferencia del voto masculino para Trump en un país menos machista que México les puso los pelos de punta a sus partidarios y ahora con la publicación de su autobiografía se le suman más críticos a sus propósitos. Bien decía Seneca el filósofo romano que “el primer arte que deben aprender los que aspiran al poder es el de ser capaces de soportar el odio”.
Pero ahora con el contenido de su libro han aparecido muchas inconsistencias entre lo que ha venido proponiendo y criticando con lo que en realidad viene haciendo. La aspirante presidencial creó en 2015 la asociación civil “Dignificación de la Política” sin fines de lucro pero con un claro propósito político para sus ambiciones y que recibe todo tipo de donativos que son utilizados para el uso de la asociación y para la organización de eventos en los que se analizan los problemas que enfrenta México”. Como capítulo adicional lanzó la plataforma Yo con México en la que también realiza proselitismo para su causa.
En ambas organizaciones propone integrar a la política valores éticos, de honestidad, de congruencia; darle dignidad a la política. Aquí es donde se le crean los problemas a la señora de la eterna sonrisa (a veces muy falsa), ya que ha sido casi una adalid de la transparencia y en particular de la presentación de la famosa 3de3 que ofreció que entregaría desde el pasado febrero sin que hasta la fecha lo haya realizado. Felipe tampoco lo ha hecho desde 2013.
La panista nunca ha hecho pública su declaración de bienes ni cuando fue legisladora y ahora le echan en cara la falta de transparencia de los donativos que recibe su asociación, ya que los donantes prácticamente no tienen manera de obtener un comprobante fiscal de su donación y ya empiezan a aflorar las quejas al respecto. En su libro narra con la brevedad que se merece algunos de los episodios de su vida: las diputaciones, la etapa de primera dama, así como su actividad partidista. Defiende con sinceridad su postura sobre el aborto y expresa sus quejas por la situación que vive su partido y la grilla que le han hecho.
En fin que la Margarita que nos han pintado no es tan inocente en política ni tan transparente ni tan cumplidora de lo que ofrece. Por otro lado su asociación no ha quedado muy bien parada y no queda nada claro en que se han gastado los millones que han recolectado de los donadores. La derrota de Clinton, con una carrera política miles de veces mayor y con auténtica experiencia política, deben ponerla a pensar sobre sus deseos presidenciables y los panistas deben reflexionar sobre sus posibilidades reales. Ahora que si se trata de ampliar el mandato de Felipe de Jesús van en el camino correcto.