Política a la Mexicana: Miscelánea Trumpiana | Digitall Post : Digitall Post
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Política a la Mexicana: Miscelánea Trumpiana

Política a la Mexicana: Miscelánea Trumpiana

A toro pasado cualquiera es Manolete, dice el popular refrán taurino que describe como ya acontecido algo es más fácil opinar y diagnosticar algo que antes de que ocurra. Esto es lo que nos está pasando al 99% los mexicanos que nunca nos imaginamos el triunfo de Donald Trump y vaticinábamos, por simple lógica, la victoria de Hillary Clinton.

Todos opinábamos que era imposible que el millonario pudiera ganar y por todos me refiero a periodistas, comentaristas de los medios electrónicos, intelectuales, politólogos, profesores universitarios, políticos y hasta amas de casa y ciudadanos de a pie. La simpatiquísima Denise Dresser, el modesto Leo Zuckerman, Joaquín López Dóriga, Héctor Aguilar Camín, Jorge Castañeda, Rafael Pérez Gay, Carlos Loret , Sergio Sarmiento, José Cárdenas, por mencionar a algunos de los que recuerdo, le apostaban a que Hillary era la que llegaba a la casa blanca. Castañeda y Sarmiento expresaban alguna duda, pero en el fondo todos tipificaban lo que conocemos como wishfull thinking. Solo Ciro Gómez Leyva afirmaba el éxito del magnate, aunque a veces titubeaba como cuando a Trump lo acusaban de acoso sexual o de misógino.

Todavía el pasado martes ocho de noviembre, día de la elección, los medios electrónicos montaron coberturas especiales para cubrir las elecciones americanas. Desde temprano Televisa, Milenio, TV Azteca, TV Excélsior, Radio Férmula etc., derrochaban optimismo en favor de Clinton.



Otros, como la siempre atractiva y encantadora Denise Dresser que aprovechó sus vaticinios en favor de Hillary para tundir al presidente Peña Nieto diciendo que nunca había sido santo de la devoción de la Clinton y que con la visita de Trump se habían empeorado las cosa; ello traería un desprecio a la administración peñista con la que no habría trato alguno hasta la siguiente administración. La nueva Nostradamus no paro en elogiar a Hillary así como en denostar al gobierno mexicano y a su villano favorito Enrique Peña.

La información fue llegando y empezaron a surgir las caras largas en todas las cadenas hasta que se confirmo la tragedia del triunfo del ogro de pelo de payaso de circo y empezaron las especulaciones de lo que había sucedido: los expertos se habían equivocado, las encuestas volvieron a ser inexactas, las inconformidades de los americanos no se tomaron en su exacta dimensión, el deseo de cambio de la sociedad yankee era mayor al detectado, Hillary era una pésima candidata que era odiada por gran parte del electorado.

Por eso decimos que a toro pasado casi todos podemos más fácilmente opinar aunque no sean absolutamente ciertas muchas de las conclusiones que ahora tenemos producto de mayores elementos de juicio.

Para empezar, aunque no cronológicamente, la propia candidata demócrata culpó al director del FBI, James Comey, de su derrota al anunciar la reapertura de la investigación sobre sus correos electrónicos unos cuantos días antes de las elecciones. Otros en su equipo manifestaron que habían sobrestimado el apoyo en algunos estados que finalmente votaron por Trump como Wisconsin, Ohio y Pensilvania.



Otra decepción fue que las mujeres prefirieron a Clinton sobre Trump pero por solo un 54% A 42% del teñido rubio. Pero los hombres prefirieron al millonario por 53% A 41% de Hillary. Los votantes blancos no hispanos prefirieron a Trump sobre Clinton 58% a 37% según las encuestas de salida. Lo que si llama la atención fue en la preferencia al republicano en el voto rural y el voto urbano que ganó la demócrata. Para acabar pronto Trump no ganó en ninguna localidad mayor a un millón de habitantes. También asombra ver que en la costa oeste de los Estados Unidos arrasó la Hillary y que en la costa este casi se la llevó también.

Fue el interior del país el que se tiñó de color rojo republicano, en Iowa por ejemplo, Trump se llevó la votación excepto en tres condados que son la sede de las principales universidades de la entidad. Otra clave que explica el triunfo del viejo partido (GOP) es el hecho de que Trump ganara sus mayores sumas de votos en los condados donde más del 25% de la población blanca carece de un título universitario, sobre todo en el medio Oste en donde son la mayoría.

Trump va a ser presidente porque ganó en donde la población blanca es superior a la media nacional.

En cuanto a los votantes de bajos ingresos, es decir, de menos de $30,000 dólares anuales 41% votó por Trump y 53% por Hillary, pero los de más de $250,000 votaron 48% por Trump y 46% por Clinton.

También se dice que aunque Clinton arrasó con el voto latino, este no un fue tan nutrido como se esperaba, especialmente en Florida, en Texas y en el medio Oeste. El voto negro fue significativamente inferior a las elecciones donde triunfó Obama.

En mi opinión lo que triunfó, entre otras cosas, fue el cambio. Un cambio no muy meditado de la parte inculta del pueblo americano, fue un repudio al status quo, fue una venganza, un cobro de facturas atrasadas, en lo que no se tomó en cuenta la experiencia ni la superioridad intelectual de Clinton, ni tampoco el machismo, la intolerancia, la misoginia, la xenofobia el populismo y el racismo del republicano, salvo en su mínima expresión pues así lo demuestran los millones de votos que obtuvo el alocado republicano.

Tampoco tuvo que ver el anacrónico sistema electoral estadounidense, por el que Clinton obtuvo más votos populares que su rival, ya que los candidatos proyectan sus campañas para obtener los votos electorales necesarios y no para el sufragio popular, que por cierto ha ocurrido varias veces. Supo Trump decir lo que sus probables electores querían oír. Fue una derrota para los políticos profesionales UNA SEÑAL MUY CLARA HACIA SU REPUDIO Y DEL HARTAZGO DEL ELECTORADO fue tambien una magna sorpresa saber la cantidad de ciudadanos que al otorgar su voto demostraron que piensan como él. Los blancos empobrecidos, los de cuello azul de las regiones industriales fueron proclives a sus mensajes populistas así como las zonas rurales decaídas.

Pero también hay que decirlo: los americanos no estaban listos para una mujer presidenta que además generaba un gran repudio por sus múltiples errores. Pero también el racismo, la xenofobia y la superioridad WASP, hacen de ese país un terreno propicio para que aparezcan los George Wallace, los Barry Goldwater o los sheriffs Arpaio y ahora, un locuaz millonario sin las cualidades ni la experiencia para conducir a la nación más poderosa militarmente de la tierra y a la vez la primera economía mundial.

Grandes son los problemas que nos esperan con Trump en la presidencia: la casi terminación del TLC, las deportaciones masivas de mexicanos, las tarifas arancelarias que ha anunciado a los productos y manufacturas mexicanas, el famoso muro en la frontera, que fue su principal lema para atraer incautos, la pretendida Reforma Migratoria.

A eso hay que agregar los problemas que va a crear en el planeta y que de algún modo nos afectarán. Tenemos fe en que los mexicanos estamos unidos, cosa rara, en que debemos prepararnos contra lo que se pudiera venir como acciones y estrategias para renegociar el TLC, aliarnos con Canadá y otras, pero sin lastimar nuestra soberanía ni ceder las conquistas del tratado para México.

Pérdida de empleos, obstáculos para el envió de divisas de nuestros paisanos y muchas ofensas más a México que se le pueden ocurrir. Pero ojo no tengamos ni media esperanza, no seamos ilusos que ya de presidente vaya a cambiar el ogro. Ha repetido ya electo cada una de sus amenazas de candidato y solo por lo difícil de probar los correos privados de Clinton, la dizque ha perdonado.

Tenemos que dar voto de confianza a Peña Nieto, a su gobierno y al sector privado que ya están trabajando en ello. Por cierto, la invitación a Trump del presidente no fue tan pendeja como la pintaron las tenebrosas redes sociales y las patrioteras fuerzas de la oposición. Fue una inteligente decisión diplomática, que aunque fuera inoportuna e impopular pueda resultar ventajosa. ¿ les gustaría luis Videgaray de embajador en Washington?