CIUDAD DE MÉXICO,- Frente a la nula acción de las autoridades para castigar la pederastía en México, la diputación permanente de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), aprobó un punto de acuerdo y Víctor Hugo Romo Guerra, argumentando que es uno de los delitos que no se ha castigado, por la falta de claridad en las leyes en la materia.
«Esto ha provocado la incidencia de estos delitos y la consecuente impunidad en perjuicio del bienestar de la población infantil» lamentó el legislador. Quizá por ello juzga es indispensable una campaña de promoción de acceso a la información y ejercicio efectivo de los derechos de los niños y jóvenes y para ello se precisa del apoyo que pueda brindar la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal.
Señaló que se debe concientizar a las familias y a los niños sobre este tipo de delitos.
Desde agosto de 2010 –informó- se publicó en el Diario Oficial de la Federación una reforma al Código Penal Federal que incluye un capítulo denominado “Pederastia”, donde se establecen penas de 18 años de prisión y de 750 a 2 mil 250 días de multa a quien se aproveche de la confianza de un menor de edad, sin embargo en las leyes locales aún no se ha tipificado este delito.
Recordó el caso en la escuela Montessori Matatena donde se suscitó un caso de supuesto abuso sexual contra un niño de 3 años, por parte del esposo de la dueña del jardín de niños, ocasionando la suspensión de actividades por presentar diversas irregularidades, lo que desató que se presentaran siete denuncias contra el supuesto abusador que hoy está encarcelado.
“Mientras se concluye la armonización de las leyes es fundamental fortalecer las acciones preventivas con información a la población en general, especialmente al sector infantil”, abundó.
Finalmente, Romo Guerra refirió que es inaplazable establecer una cultura de la prevención de ataques de violación, abuso y acoso sexual en la capital del país que se comenten contra los menores de edad, y la mejor arma es la difusión y creación de actividades culturales lúdicas en las escuelas y garantizar el derecho supremo de la niñez.
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