BAJA CALIFORNIA,- Es importante y necesario que se decrete las Sierras La Giganta y Guadalupe, como áreas naturales protegidas, ya que este proyecto es sumamente importante para que México proteja una enorme franja de territorio de Baja California, que empieza a evidenciar impactos contundentes y destructivos por la actividad humana.
Destaca la riqueza de su biodiversidad, su valor cultural, así como el patrimonio histórico que incluye pinturas rupestres y restos del periodo misional.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), emitió una opinión a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), a favor de que las Sierras La Giganta y Guadalupe, en Baja California Sur puedan contar con el estatus legal de Reserva de la Biósfera.
A través de una solicitud de información a la Unidad de Transparencia del INAH, el Centro Mexicano de Derecho Ambiental, A.C. (CEMDA), obtuvo el oficio signado por la Dra. María de la Luz Gutiérrez Martínez, delegada del INAH en BCS. Dirigido al Biólogo Benito Bermúdez Almada, director regional península de Baja California y Pacífico Norte de la Conanp.
En dicho documento, la funcionaria señala que, tras haber leído y analizado el Estudio Previo Justificativo (EPJ) sobre la expedición del Decreto correspondiente, emite su opinión «a favor de que esta macro región pueda contar con el estatus de la Reserva de la Biósfera y, en consecuencia, con la potestad adicional de protección que esto implica para todos aquellos valores que la hacen única en el mundo y que como país, es nuestra responsabilidad proteger y conservar»
La dependencia describe haber sido testigo de la transformación experimentada en la zona en las últimas tres décadas, en las cuales «el impacto antrópico en infinidad de ámbitos ha empezado a manifestarse contundente y destructivo.
Si a lo anterior sumamos los embates que este frágil ecosistema semidesértico está sufriendo por el cambio climático, estamos ante un escenario desesperanzador, no apto para la conservación de los valores que hacen de esta región una de las más bellas y conservadas del orbe».
La actual administración federal ha demostrado voluntad por elevar el nivel de conservación de esta zona y ha promovido activamente la declaratoria de ANP, como se demuestra en el Estudio Previo Justificativo para la Declaratoria como ANP de las Sierras La Giganta y Guadalupe, elaborado por la Conanp en junio del 2014[2]. La región La Gigante-Guadalupe, compuesta por un área aproximada de 1,624,286-25-00 hectáreas, las cuales se extienden a través de cuatro municipios del estado, a saber, Mulegé, Loreto, Comondú y La Paz, aún mantiene un alto porcentaje de sus características primigenias.
El INAH describe el valor ambiental, cultural y social de la zona, destacando el alto endemismo de especies de flora y fauna; el fuerte valor social por el papel que su cultura ha jugado en la conservación de los vínculos tradicionales entre las comunidades serranas y los sudcalfornianos, y los mexicanos en general; sus valores históricos que incluyen sitios prehistóricos, pero también los restos de evidencia del periodo misional y la supervivencia de las tradicionales culturales serranas cuyas raíces se remontan a eventos históricos del siglo XVIII.
«Uno de los componentes culturales que hacen de la península una región excepcional es el arte rupestre que concentra.
Actualmente, el inventario de sitios rupestres peninsulares representa cerca del 45 por ciento del total nacional». En este sentido -continúa-, «uno de los principales valores de esta región es el propio paisaje, entendido como el extenso espacio físico en el que, a través del arte rupestre, fueron fijados los pensamientos y la memoria de sus antiguos moradores».
Al respecto, recuerda que los sitios arqueológicos no pueden ser considerados independientes de sus entornos, pues el pensamiento indígena no hacía la separación hombre-naturaleza, tan común en el pensamiento occidental.
r3