A pesar que la mujer en México ejerció su derecho al voto hace más de 61 años, hoy en día existen localidades en el país dónde la idea de una fémina votando no se concibe.

Esto se debe a los diversos usos y costumbres que aún predominan en algunos estados de la República, por tal motivo, las mujeres aceptan que se les excluya de la toma de decisiones de la comunidad.

Tan sólo en el estado de Oaxaca, existen 417 municipios, de los cuales el 73% se rige por el estado y el 35% por el autogobierno de las comunidades indígenas.

Oscar Luis, de 24 años, es el secretario municipal de San Pablo Cuatro Venados, uno de esos municipios.

«Es la tradición acá y nadie reclama. Se juntan los hombres a decidir. Por mí (las mujeres) deberían participar. En el futuro, con gente más joven cambiará, imagino».

Por su parte, las mujeres de San Pablo Cuatro Venados, una localidad con alrededor de mil personas, explican por qué le dejan las decisiones a los hombres.

«Es la tradición y para eso hay que prepararse, hay que saber mucho (para tener un cargo en la alcaldía), no es ir y ya. Eso es para los hombres, para que ellos se encarguen», explica Amalia Gómez, de 53 años.

Pero la mentalidad está cambiando, tal es el caso de Rosa, una joven que desde los 18 años tiene claro que la historia debería de ser otra.

«Tenemos los mismos derechos los hombres y las mujeres, me gustaría que fuera distinto y que nos dejaran participar».

«Me gustaría ser presidenta municipal, para arreglar cosas, empezando por los caminos», añade.

De igual manera, la consejera del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (Ieepo), Rita Bell López Vences, señala que «nos toca hacer un trabajo de sensibilización, jamás de imposición ni de decirles que ellos están mal, es probable que funcione su sistema sin que las mujeres estén pero también las mujeres quieren participar»

La realidad es que, aunque se respete la forma de autogobierno indígena en la práctica, tanto la Constitución del país como la de Oaxaca exigen la igualdad entre hombres y mujeres a la hora de votar, lo mismo que el Código de Instituciones Políticas y Procedimientos Electorales estatal.

En 2013 eran alrededor de 90 los municipios donde no votaron ni fueron votadas mujeres y Bell López espera que para fin de este año, cuando los 417 municipios hayan vuelto a realizar elecciones, la situación haya mejorado sustancialmente.

Hasta el momento se ha registrado un cambio y tal es el caso del municipio de Santa María Ixcatlán, ubicado al norte del estado, en dónde en las pasadas elecciones Marcela Hernández obtuvo el cargo de regidora de Hacienda.

Fuente: BBC Mundo

Y a pesar del triunfo, la mujer de 50 años está preocupada, ya que, como ella declara “de política casi no sé nada», explica. «La verdad fue difícil porque es la primera vez que una mujer participa, los señores no están acostumbrados ni siquiera a que vayan las mujeres a las reuniones».

Hernández cuenta que vinieron representantes del Ieepco a decirle a la comunidad que debían incluir mujeres. Los hombres del pueblo sólo aceptaron poner a una.

Y a los hombres de Santa María Ixcatlán les costó.

«Uno qué más quisiera que fuera así (que se mantuviera la tradición) pero los tiempos van cambiando», admite el presidente municipal, Juan Bautista García, de 41 años, que considera una «imposición» de las autoridades que tengan que admitir mujeres en las asambleas.

Además de la falta de preparación en las mujeres, estas ven imposible combinar sus obligaciones del hogar con un cargo político:

«¿Y si las reuniones del cabildo terminan a las 2 de la mañana, cómo vamos a estar ahí? Una mujer no puede volver a su casa a esa hora, ¿qué va a decir su marido? Tiene la obligación de ocuparse del hogar», así lo indica Carolina, de 49 años, residente de Teotitlán del Valle, ubicada a 30 kilómetros al sur de Oaxaca.

Fuente: BBC