MÉXICO.- Tamaulipas, se ha colocado como el estado más peligroso para las fuerzas militares. Como resultado del combate al narcotráfico, de diciembre de 2012 al 16 de septiembre de 2016, 24 elementos de la Sedena han perdido la vida.
Por otro lado en lo que va del sexenio, 76 militares han perdido la vida por agresiones de arma de fuego. En Tamaulipas y Jalisco, a manos de grupos criminales, 41 elementos del Ejército han sido asesinados.
Un informe de la Sedena, que abarca hasta el 16 de septiembre, señala que 11 entidades presentan por lo menos un asesinato de militares: Tamaulipas, Jalisco, Michoacán, Sinaloa, Durango, Guerrero, Chihuahua, Veracruz, Zacatecas, Baja California y el Edomex.
En términos generales, en Tamaulipas fueron asesinados nueve militares en 2013, lo que representa 37.5 por ciento del total estatal y que pone ese año como el periodo más violento para las fuerzas castrenses en ese estado fronterizo.
Para 2014 la cifra de bajas mortales en la entidad fue de ocho, lo que significa que en esos dos años concentraron 70 por ciento de las muertes.
La ola de violencia en la entidad descendió de manera notable para 2015 cuando solo se reportaron cuatro asesinatos; en los primeros nueve meses de 2016 la dependencia solo reporta dos bajas.
En el caso de Jalisco se reportaron 14 muertes violentas en lo que va de la actual administración; de las cuales ocho ocurrieron el 1 de mayo de 2015, cuando militares sufrieron un ataque perpetrado por el cártel de Jalisco Nueva Generación, el cual derribó con un lanzamisiles un helicóptero donde viajaban 16 efectivos en el municipio de Casimiro Castillo (en este hecho también se reportaron bajas de la Policía Federal).
En años anteriores, Jalisco ostentaba un número reducido de militares muertos por ataques del crimen organizado. Para 2013 la Sedena solo tuvo dos bajas en diferentes enfrentamientos; para 2014 el número creció a cinco decesos violentos y llegó a su máximo en 2015. En lo que va del presente año no se tiene registro de ningún asesinato en la entidad.
La cantidad de militares que han muerto en el país por ataques realizados por el crimen organizado ha disminuido año con año. En el primer mes del presente sexenio —diciembre de 2012— se reportaron tres muertes violentas. Un año después se alcanzó la mayor cifra de decesos con 24 casos; para 2014 el número de bajas descendió a 18 asesinatos y en 2015 se mantuvo en 18 casos.
Finalmente, en lo que va de 2016 se tiene registro de siete militares asesinados con corte hasta el 16 de septiembre; sin embargo, a esa cifra se sumarán los cinco elementos que murieron en una emboscada en Culiacán, Sinaloa.
con información de la Sedena
jcrh