*Por supuestos ataques a nativos, abaten a dos tigresas en la India, pese a recibir órdenes de solo sedarlas, los impactos de bala que recibieron les quitó la vida al instante

Una tigresa, que había matado a más de una decena de personas en la India durante los últimos dos años, fue abatida de un disparo, para alivio de los aldeanos, aunque ha provocado gran controversia por las condiciones de su eliminación.

Una de las más impresionantes «caza de tigre» en décadas, finalizó el viernes por la noche cuando el animal, denominado T1 por los cazadores y Avni, defensores de la fauna, fue abatido a tiros en la selva del estado de Maharashtra.

Más de 150 personas fueron movilizadas durante meses para encontrarla y se desplegaron recursos considerables con este fin, como cámaras de infrarrojos y francotiradores montados en elefantes.

Pero la polémica estalló rápidamente. Los medios de comunicación indicaron que no fue utilizado ningún calmante para intentar adormecer a Avni-T1, madre de dos pequeños cachorros de diez meses.

La tigresa era considerada responsable de la muerte de trece personas desde junio de 2016. Su primera víctima fue una mujer cuyo cadáver fue encontrado en una plantación de algodón. Desde entonces, la mayoría fueron pastores hombres.

El Tribunal Supremo autorizó la operación, aunque el tigre es una especie en vías de extinción en este país. Pero, la instancia había especificado que el animal podría ser abatido si los calmantes no hacían efecto.

Un conservador a cargo de bosques en India, A. K. Mishra, dijo al Indian Express que a la tigresa se le disparó un dardo tranquilizante. «Pero ella atacó al equipo, obligando a Asghar (Ali Khan, hijo de un famoso cazador en India, Shafath Ali Khan) a disparar en defensa propia. La tigresa murió de un solo disparo», según el conservador.

Sin embargo, esta versión es cuestionada por varias fuentes citadas por el Times of India, según las cuales se inyectó el tranquilizante al animal después de su muerte.

Un activista local de derechos de los animales, Jerryl Banait, considera que fue un «asesinato a sangre fría.»

Las autoridades han puesto en marcha un programa para preservar la población de tigres en India. Su número alcanza a más de 2,200 ejemplares, según un último censo de 2014, habiendo registrado un mínimo de 1,500.

Sin control

Dos días después de la muerte de esta felina, abatida en circunstancias polémicas en este país, este lunes, las autoridades informaron que una segunda tigresa fue abatida.

Los habitantes mataron a la tigresa el domingo en la reserva protegida de Dudhwa, en el estado de Uttar Pradesh (norte).

Estos sospechaban que el animal, de diez años, había atacado a un hombre, que sucumbió más tarde a sus heridas, según la prensa local.

«La tigresa fue abatida después de haber sido asediada por habitantes enfadados», declaró a la AFP Mahavir Kaujangli, vicedirector de la reserva.

«Esperamos el informe de la autopsia del cuerpo», añadió.

Los incidentes entre personas y tigres son cada vez más frecuentes a medida que las construcciones invaden el hábitat natural de esta especie amenazada y reducen su territorio de caza.

Las circunstancias de la muerte de otra tigresa que mató a una decena de personas crearon la polémica en India. El animal fue abatido el viernes en el estado de Maharashtra luego de varios meses de búsqueda.

Los defensores de los animales acusan al equipo de haber matado a la tigresa a sangre fría en lugar de tratar de controlarla con sedantes, como lo indicaba una orden de la Corte Suprema que supervisaba este encuentro entre la naturaleza y los seres humanos.

En 2014, India registró solo 2,226 tigres, un animal antes muy extendido en este país.

En 2017, se mató a unos cuarenta tigres en el país, según la organización Wildlife Protection Society of India.

Información: AFP  Imagen: Especial 

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