*Tres ciudadanos chinos resultaron heridos en un atentado reivindicado por rebeldes locales en Baluchistán, provincia del suroeste de Pakistán donde China cuenta con importantes inversiones, indicaron las autoridades

El ataque, ocurrido en Dalbandin, una aldea situada a 340 km al suroeste de la capital provincial Quetta, tuvo por objetivo un autobús que transportaba a ingenieros chinos que trabajan en una mina de la región, según informaron los responsables.

«El atacante esperó a un costado de la ruta en un vehículo pequeño (…) y explotó su automóvil cuando pasaba el autobús que trasladaba a los ingenieros chinos», declaró a la AFP un responsable de la policía local, Dostain Dashti.

Tres ciudadanos chinos, dos paramilitares paquistaníes y el chofer del autobús resultaron heridos, según informaron varias fuentes coincidentes.

El conductor del autobús, Muhamad Ibrahim, dijo a la AFP en el hospital, que pudo frenar de manera muy brusca justo antes de impactar con el vehículo del atacante. «Si no hubiese frenado el bus entero se habría incendiado», contó.

Baluchistán, la provincia más grande y más pobre de Pakistán a pesar de sus yacimientos de gas y la minería, es blanco de atentados de grupos islamistas armados y ataques de rebeldes locales que reclaman autonomía e independencia de su región.

Los rebeldes de Baluchistán se oponen particularmente a los proyectos de China, que invierte en un «Corredor Económico» que una su región de Xinjiang con Oriente Medio, a través de Pakistán y sobre todo pasando por esta provincia.

«Atacamos un autobús que transportaba a ingenieros chinos», es por ellos que «extraen el oro de nuestra región y nosotros no lo queremos permitir», declaró por teléfono Jihand Baloch, portavoz del Ejército de Liberación de Baluchistán.

Información e imagen: AFP

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